Un diario de internet señaló que murió un impío, un enemigo de la iglesia.
Pensé a que llamaría iglesia esa gente.
Mi visión tiene más que ver con kasper, que creía que la iglesia estaba por donde pasaba la plenitud del Espíritu.
Allí lo ubico a Néstor con el pelado Angelelli, con Rodolfo Walsh, con el padre Mujica, con los palotinos mártires, con todos los que nos devolvieron el gusto de luchar por la liberación de nuestra gente; esos son los juglares del espíritu, los hombres con humanidad nueva; Nos llenaron de utopía y de amor por nuestro pueblo.
Alguno dirá: .-pero era muy confrontativo-., y a lo mejor tenga razón, y vengan políticos más santos como Gandhi; y otros dirán que no murió con la austeridad de illia y tienen razón, y a lo mejor vengan políticos que crean màs en la riqueza de los vínculos y no en lo que se acumuló en la tierra.
Me impresionó al respecto el llanto y las palabras de Lula que valen más que todos los terrenos de Santa Cruz.
En realidad pensar a dios desde el flaco me lleva en una cultura del desencanto, ver de nuevo jóvenes comprometidos con las causa de los últimos.
Como decía Antonio Cafiero: gracias a Néstor vuelve a encantar la política es bueno tener convicciones y pelear por ellas, la política deja de ser el habito de construir mesas de consenso sin los excluidos. Construir poder desde Néstor lleva necesariamente a no separarnos de los débiles (jubilados, minorías sexuales, desempleados, pueblos originarios, inmigrantes latinoamericanos).
El dios que se ve en el flaco es el de un hombre común, no es un reconciliado sin odios como Mandela, ni un santo como Gandhi, pero tiene eso de los grandes que no se quiebran con los poderosos, porque como los Chicos de la Noche de los Lápices y Martin Luther King, se sienten fieles a un sueño de un mundo distinto.
Cuando termina la película “La Misión” –los jesuitas se hacen hermanos de la muerte luchando, y como Subiela- la penetran y la hacen fecunda. Así la muerte del flaco nos fortalece y desde el cielo nos ayuda a sentir que en serio, con el arriba y adentro somos más.
Padre Leonardo Belderrain
Capilla Santa Elena
Parque Pereira Iraola
Diócesis de Quilmes
