Tentaciones «religiosas» -- Juan Masiá Clavel, teólogo

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La Comunidad

?Me tenéis harto, no puedo aguantaros??, dijo Jesús con un cabreo imponente, según cuenta el evangelista Mateo en su versión de los episodios del Tabor (Mt 17, Mc 9 y Lc 9).
Confrontó Jesús tres tentaciones ?religiosas?? sucesivamente: en la cumbre, en la bajada por la ladera y en el llano.
En la cumbre: la tentación de la religión de evasión pseudo-mística. Pedro aquería hacer tres tiendas e instalarse. ??Se está muy bien aquí??. No había entendido nada de nada mientras Jesús hablaba con los profetas sobre su proximo ?éxodo??. Jesús habalaba de salirse y Pedro pensaba en quedarse instalado.

En la bajada por la ladera: la tentación pseudoteológica de racionalizar y convertir la fe en elucubraciones teóricas y dogmáticas. Habían ido discutiendo los discípulos por el camino sobre si Elías reaparecería en este mundo antes de que viniera el Mesias o si sería al revés. ?Maestro, unos letrados entendidos dicen que antes, y otros especialistas enteraíllos dicen que después. ¿Cuál de los dos tiene razón?¿Quié es orrtodoxo y quién está equivocado???. Jesús en esos casos sale por peteneras, como los maestros del Zen y les desconcierta para desmontar la tentación: ?¿Conque tiene que venir ?don Elías?? a poner orden en el patio? Si aunque viniera no serviría de nada. Ya veís, aquí me tenéis diciendo lo de los profetas y no me hacen ni puñetero caso. Y encima dicen que a este tío hay que cargárselo como al Bautista??.

Los discípuilos seguían liados con sus discusiones: ?¿Querrá decir el Maestro que el Bautista era Elías redivivo???

En el llano: la tentación de la religiosidad popular milagrera, supersticiosa y mágica que confunde la epilepsia con la posesión diabólica y espera de Jesús un exorcismo. ?Maestro, a mi hijo le dan ataques y se revuelca en el suelo, tus discipulos no han sido capaces de expulsar al diablo, íbamos a llamar al padre Fortea, pero tú, Jesús, tendrás un abracadabra más seguro??. Jesús entonces dijo: ?Me tenéis harto, hasta la coronilla. Vaya una generación extraviada (diestramméne) : incapaz de creer en el poder de Dios y creyendo en el poder de los diablos. ¿Hasta cuándo tendré que aguantaros (eos póte anéxomai hymón)???

Se mascaba el silencio, apurado el padre de la criatura y desconcertados los discípulos. De pronto Jesús cambia el ?chip?? y dice irónicamente. ¿Conque decís que es un demonio? Pues vamos a hacer que se marche. Y se dirigió al niño: ?Anda, hijo, ponte en pie, que ya ha pasado el ataque. Y no tengas miedo. No tienes un demonio dentro, estás enfermo, pero puedes curarte si tienes fe en el poder que Dios ha puesto dentro de tí??.

Los discípulos seguían sin entender. ?¿Por que no pudimos echar al demonio nosotros? ¿Es que no hicimos bien el ritual??? ?Que no, Perico, que no, que no es abracadabra, que a vosotros, lo mismo que al padre de la criatura lo que os falta es fe, creer en el poder de Dios dentro de vosotros y no en magias y demonios. Que no sé cómo hacéroslo entender y me tenéis harto…??