Enviado a la página web de Redes Cristianas
¡Feliz año nuevo! Es mi más grande deseo para todos?? porque me duele el corazón por todas las dificultades que hemos pasado a lo largo de 2022: 5 femicidios por día al nivel nacional, más de 400 muertos en las cárceles, el desempleo como nunca lo hayamos visto, la corrupción a niveles inimaginables, el precio de 50 dólares por una vida sesgada por sicarios, la migración imparable, el odio enfermizo al correísmo tergiversado, el silencio anti profético de las Iglesias frente a la destrucción descarada de país por parte del gobierno y sus cómplices mayores??
¡Qué dolor y cuanto dolor! que va a crecer si no nos decidimos a enfrentarlo juntos. ¿Por qué hemos dejado de vivir en armonía los unos con los otros? ¿Por qué hemos dejado de soñar juntos con los ojos abiertos? ¿Por qué hemos dejado de creer en un Dios liberador con nosotros?
Sueño que el mundo comienza a cambiar cuando lo soñamos juntos.
Sueño que, como Pueblo, despertemos a la realidad y recobremos nuestra dignidad.
Sueño que seamos más valientes para creer en nosotros mismos.
Sueño que hagamos nuestras las grandes causas de los Pueblos.
Sueño que estemos seguros que sólo los pobres y nosotros con ellos podemos cambiar y mejorar como personas, Iglesias, país y continente.
Sueño con una Iglesia pobre al servicio de la liberación desde los pobres a imagen de su fundador y de cuántos han dado la vida por él y por nosotros.
Sueño con una fe que nos devuelva la valentía, la libertad y el amor.
Sueño que celebremos nuestras fiestas sin cocacola porque ponemos en la mesa el veneno neoliberal.
Sueño que durmamos sin celular debajo de la almohada porque hacemos dormir el enemigo con nosotros.
Sueños que creamos que 2 más 2 son 5, porque juntos somos 1 más.
Sueño con una participación popular protagonista en la vida democrática,
Sueño que, en las próximas elecciones, dejemos de creer que los ricos y los mentirosos nos van a salvar.
Sueño que se vote 8 veces ?no? en la consulta porque es un engaño perverso.
Sueño con más equidad frente a las desigualdades presentes.
Sueño con más oportunidad de empleo frente a las enormes ganancias de unos pocos.
Sueño con más compromiso de todos con el medio ambiente porque nos estamos autodestruyendo.
Sueño que discernamos la verdad frente a las manipulaciones mediáticas.
Sueño con más humanismo convivial frente al individualismo mortal.
Sueño con más mística frente a la desesperanza y la migración para revertir la pérdida de cerebros y de corazones…
Sueño con el papa Francisco que los jóvenes ?sean sembradores de fraternidad para ser cosechadores de futuro??.
Sueño, amigo lector, que te pongas a soñar conmigo, con nosotros, con Dios mismo, porque juntos somos invencibles: Dios mismo hará milagros con nosotros.
Sueño, sí, que soñemos juntos porque un sueño solitario es una ilusión fugaz, pero un sueño colectivo es un salto hacia una calidad de vida mejor para uno y para todos.
Tal vez los sueños sean como las estrellas, inalcanzables; pero, como ellas, nos muestran el camino a seguir.