STIGLITZ DA UN ESPALDARAZO A EVO MORALES Y HUGO CHAVEZ

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BolPress

El ex asesor del ex presidente estadounidense Bill Clinton y ex economista jefe del Banco Mundial (BM) Joseph Stiglitz sostuvo hoy que en vez de criticar a los mandatarios Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia), los países desarrollados deberían de colaborar con ellos y lamentó que el término populismo para referirse a las políticas de algunos gobiernos latinoamericanos se utilice de manera peyorativa.

El Nobel de economía declaró a Radio Cooperativa de Chile, en Santiago, que los gobiernos de Bolivia y Venezuela «lo único que dicen es que la gente pobre debe beneficiarse de los recursos de su propio país», algo que, según recordó, está en la «base de la democracia».

En vez de ser criticados, los Gobiernos de los países desarrollados deberían darles «todo su apoyo» para que salgan adelante en un proceso que, en su opinión, «no será fácil».

Stiglitz, que tenía previsto pronunciar este martes una conferencia en la Fundación Rafael del Pino de Madrid, consideró que todavía «hay esperanza» para que cambie el sistema mundial de comercio, que aún está «asfixiado por el bilateralismo europeo y americano que escoge a sus socios y discrimina a otros».

Las empresas exportadoras ya no consiguen los mismos beneficios que hace 15 años, explicó el economista, así que «están empezando a presionar» a los gobiernos europeos y estadounidense para que cambien las formas de comercio actuales, «que no funcionan».

Comercio justo

La forma bilateral de comerciar de EEUU y Europa no beneficia «para nada» a los países pobres según este experto, porque se basa en el método de «escoger» a los socios y «discriminar» a otros, y eso va «totalmente en contra del multilateralismo que se necesita».

Stiglitz abogó por una nueva Ronda de Doha en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que logre «de verdad» que los países en desarrollo sean los principales beneficiados del comercio global de agricultura y de bienes industriales y servicios.

El comercio justo entre los pueblos es reivindicado por la administración del presidente boliviano y esta posición ha sido difundida en cada uno de los foros internacionales en el que participó Evo Morales. La última vez tuvo como escenario la XVI Cumbre Iberoamericana realizada este fin de semana en Montevideo, Uruguay.

«Hay que coger la agenda anterior y empezar desde cero para que no se olvide el propósito inicial de esta ronda (Doha), que fue el desarrollo de los países menos favorecidos», recordó Stiglitz, para quien el mundo es «cada vez más interdependiente» y por eso hay que desarrollar un «sentido de la cooperación» en materias como el medio ambiente o los derechos humanos.

Esta teoría de la cooperación es la que defiende en su nuevo libro «Making Globalization Work», en el que da propuestas para que la globalización se desarrolle «mejor de lo que lo está haciendo».

En su nuevo trabajo profundiza sobre los aspectos tratados en obras anteriores, como un tipo de globalización que, según Stiglitz, «liberó fuerzas del mercado que los Gobiernos, cada vez más limitados por los acuerdos internacionales, no consiguieron controlar».

En este sentido, considera que en el proceso de globalización «faltan instituciones democráticas internacionales que ayuden a resolver los problemas derivados del mismo y a facilitar la cooperación».

Bush hace daño

El ex asesor de la Casa Blanca aludió también al estado actual de la economía estadounidense y afirmó que «nadie esperaba que (George W.) Bush fuera a hacerle tanto daño» al país.

Aunque reconoce que la economía estadounidense podrá soportar el «alto» costo de la guerra de Irak, aseguró que lo que los ciudadanos de ese país empiezan a lamentar es que el Estado «podía haberse gastado el dinero de una guerra, que todavía no se sabe muy bien por qué empezó, en solucionar los grandes problemas sociales».

La guerra ha sido «muy contraproducente» en todas las áreas, y es una muestra de que aunque Estados Unidos es una gran potencia mundial «necesita la cooperación internacional», dijo.

Además, destacó que la pobreza media en Estados Unidos es mucho mayor que hace seis años, y que un cuarto del gasto de la guerra podría haber solucionado los problemas de seguridad social al 75 por ciento de la población estadounidense.