Enviado a la página web de Redes Cristianas
¡No te dejes triturar por los problemas, aún cuando algunos sean verdaderos problemas, y muy gordos!
Cuando esto sea así, vuelve a inflar tus pulmones y confía en que todo está calculado y tiene su fin.
No es locura el pensar que somos el problema
No es locura sentir lo que sentimos.
¡Es locura no creernos que tenemos la Fuerza Insobornable del Amor, de la Naturaleza, de todo el Cosmos y esto se nos ha dado no para «Dominar» al Mundo, sino para Servir al Mundo y haciéndolo Feliz sanandolo,
donde más le duele!
Esta Energía conocida y practicada por unos pocos, es dada a Todos y nos es confiada y entregada por el Sueño del Maestro en su Pensamiento, al ponernos un nombre para cada uno de nosotros.
Con esta fuerza que ya recibimos, seremos como ?l a su imagen y semejanza.
Si uno descubre la conexión con su interior y empieza a trabajarla, No habrá Nada que le pueda Dañar, ni las lenguas infinitas y largas del hombre, ni la enfermedad insobornable,
ni la hermana muerte,
ni la sal del mar, ni el fuego del Sol,
ni la oscuridad de lo Oscuro.
¡En la Desesperación sólo vemos lo que somos y esto nos vuelve Locos!
Y por esta locura, perecemos cada segundo, minuto, hora, y así Día tras día.
Y así el Hombre queda desprotegido y sin defensas como un organismo que ha perdido la inmunidad al Desaliento, al Amor y a la Esperanza.
Y para esta Patología de la Desesperanza no hay Ciencia Psiquiátrica que la cure.
Ni pócimas secretas de Médium, ni los Magos del Consumismo, en la variada oferta infinita de las estanterías ilimitadas online de todos los Medios a nuestro alcance, con sólo apretar un botón.
¡Estoy convencido que nos queda poco tiempo para madurar y mucho tiempo para conectar con nuestro ser hospitalario!
El que ha realizado el viaje en el camino hacia la verdad y la vida, ése aceptará el dolor para transformarlo en paz y bien, en Sabiduría y estará en paz con todos los seres imperfectos, y con la.naturaleza.
iniciará el noble designio cierto hacia la paz, el bien y la sabiduría.
Has hecho bien los deberes y la injusticia se ha pegado a tu cuerpo como la sal al agua del mar.
Todo está calculado, hasta la injusticia.
El número de latidos de hoy en mi corazón.
Las alegrías y las tristezas.
Mis pensamientos y mis emociones.
Los pasos que andaré.
El nombre y el número de Las hojas y las flores del paseo que daré.
Los nacimientos y las muertes en mi ciudad.
¡Entonces de verdad!
¿Porque me sigo empeñando en calcular, si todo en el día de hoy está ya ordenado?
Aunque no me guste.
No tiene que producirme vértigo, desasosiego, el conocer que de mí nada depende y así todo depende de mí.
El Maestro ya dijo que hasta los cabellos de mi cabeza están contados.
Entonces comprenderé que soy una microscópica parte del todo y que a su vez el Todo está en mi ser.
Esa es la Verdadera Esperanza del Hombre, que la lleva desde antaño y ni siquiera sabe que la tiene y que es suya.
¡Si descubriera ese Tesoro!
Soy Feliz, Soy un Hombre Feliz.
Soy el Señor de mis emociones y pensamientos.