Enviado a la página web de Redes Cristianas
Hace varios meses Honduras entró a la mojiganga político-electoral de cada cuatro años. Burlas y engaños que al pueblo hondureño no le sirven de nada y que culminará el 26 de noviembre 2017 con la elección de un presidente de la República, 3 designados presidenciales, 128 diputados e igual número de suplentes y 298 alcaldes o alcaldesas con sus respectivos regidores. Como chascada adicional se elegirán un número determinado de parásitos al chulunco e inservible parlamento centroamericano.
Cuando el golpe de Estado del 28 de junio 2009, el pueblo hondureño reaccionó indignado y comprometido en defensa de la Constitución y la Institucionalidad como jamás se había visto en Honduras en los últimos cincuenta años. Hubo varias movilizaciones de la Resistencia que acogieron más de un millón de personas, toda una grata efeméride. Ante tal compromiso popular y patriótico, supusimos que los líderes populares, sindicales y agraristas—integrados en el Bloque Popular y la CNRP– reaccionarían de otra forma, pero no, poco a poco a pesar de la represión a que era sometido el pueblo, el más de un centenar de asesinatos políticos y las imposiciones de la derecha golpista, los conductores se fueron acomodando a pesar de que el pueblo durante casi dos años no bajó la guardia y dio la lucha. El bipartidismo y los partidos chingaste se llamaron a silencio y se acoplaron a los cachurecos.
Posteriormente el movimiento popular cayó en las manos del “destruido” bipartidismo liderado entonces por el liberal JOSÉ MANUEL ZELAYA ROSALES, que posteriormente dio origen al partido Libertad y Refundación, LIBRE, un partido más con cara liberal que imbuido de sentimiento revolucionario y que muy poco ha dado a las clases populares trabajadoras.
A propósito, la reflexión política es oportuna en estos días que la humanidad revolucionaria del mundo celebra con regocijo el I CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA RUSA impulsada por los trabajadores: obreros, campesinos y profesionales organizados y unificados, que a finales de los siglos XIX e inicios del XX cambió la historia en favor de la clase trabajadora y en contra de la clase burguesa feudal y capitalista.
Gracias a la Revolución Rusa de 1917 la clase trabajadora y la humanidad disfruta de beneficios como: ocho horas de trabajo, el voto universal, la igualdad de género, el derecho de la mujer al aborto, etc.
Mientras en Honduras los obreros, campesinos, pequeños empresarios y profesionales no nos organicemos y unifiquemos en contra del poder capitalista imperial globalizante será imposible que con partidos de fachada progresista salgamos adelante. Rusia y China avanzan por el camino de Octubre a pesar de los errores cometidos pero que han sabido enmendar con hidalguía, lo mismo Cuba, Venezuela, Corea del Norte, Bolivia y otros países del mundo. Por eso el pensador e ideólogo peruano JOSÉ CARLOS MARIATEGUI sobre los partidos comunistas acuñó la frase: “ni calco, ni copia, sino creación heroica”.
Si comenzamos ahora el trabajo de concienciación, organización y unidad de la clase proletaria hondureña, tal vez dentro de diez años estaríamos viendo los primeros frutos. Inmersos en partidos burgueses capitalistas a ningún lado llegaremos.
Ya debemos despojarnos de los miedos, como dice el noruego Gernot Ernest, neurobiólogo, científico social y consejero científico del Partido de la Izquierda Socialista de Noruega, que el capitalismo históricamente nos ha hecho creer ideas absurdas sobre el comunismo. Recuerdo que en los años 60 por la radio en Honduras nos decían: “el comunismo niega a Dios, destruye a la patria y esclaviza al hombre” y una serie de estupideces con las que el capitalismo imperialista justificaba a través de su ideología la dominación y hegemonía.
En su ponencia en Toluca, México, Ernest amplió que: “el pensamiento de derecha tiene una explicación neurocientífica. El contexto social actual es el caldo de cultivo para esto. Internet literalmente bombardea con mierda los cerebros de las personas. La llamada «shitstorm» –término urbano para describir una serie de cosas que van aparentemente bien, pero que, al realizarse, terminan horrendamente mal–, dejan cosas (selfies, memes, chats, fotos y videos cualesquiera) que desaparecen rápido y dejan frustración. Las redes sociales están plagadas de pseudoargumentación, generan egoísmo y con ellas es fácil burlarse de asuntos realmente serios, como una tragedia humana, un acto de corrupción política, y la lucha de un grupo de personas por sus derechos. Mierda, pues. Y lo más peligroso de todo: generan miedo. Y el miedo es la materia prima de la derecha.
Agregó que: “la derecha sabe muy bien lo que hace, cuando le habla a las audiencias. Por ejemplo, crean enemigos abstractos: migrantes, homosexuales, mujeres, anarquistas; en ellos se funda la razón del miedo. Entonces un candidato o candidata de derecha aparece como una figura paternal, que es capaz de arreglar tus problemas. Provoca –dice el doctor–, patriarcado.
Y al padre todo se le cree; por ser padre, y por haberte puesto en una posición infantil de indefensión. De hecho, una vez entregándote a él, cada afirmación que haga la tomas como válida. No importa si sabes que es mentira; no importa si él mismo sabe que es mentira, explica Ernst. Se ha creado una imagen del «nosotros contra los otros». No argumenta. No te pone a pensar, no lo necesita. Lo único que la derecha requiere es poner imágenes en tu mente mediante palabras y definiciones: «Los mexicanos son violadores y traen drogas».
Los medios de información han cambiado, particularmente internet. Pero también la forma de educación, de movimiento, esto provoca que nuestra mente cambie, que tengamos dificultades de concentrarnos y de aceptar o entender argumentos. Esto es explotado por la derecha porque se especializa por utilizar el miedo. Saben lo que están haciendo. Están utilizando el miedo social.
El miedo, la confusión. Es un hecho que, cuando eres confundido, tu cerebro no logra argumentar. El cerebro es fácil de convencer con imágenes, con palabras simples. Por ejemplo, las grandes tiendas hacen grandes laberintos donde las personas no encuentren la salida. Es una estrategia. Porque cuando eres confundido no tienes fuerza mental para no comprar cosas. Es una técnica; es fácil confundir a la gente. Es la estrategia: aumentar el miedo, aumentar la confusión y así saben que la gente va a apuntar hacia la derecha. Es una estrategia clásica fascista.
Por eso el famoso Manifiesto del Partido Comunista de febrero de 1848 escrito por los líderes comunistas KARL MARX y FRIEDRICH ENGELS acuñó el lema: ¡PROLETARIOS-TRABAJADORES DEL MUNDO UNÍOS!
¡Manos y cerebro a la obra, pues!
07 de noviembre 2017. CENTENARIO DE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA RUSA.