En Redes Cristianas, hasta ahora, hemos hablado poco de la conexión y presencia de las personas consideradas individualmente. Somos muy conscientes que Redes es un espacio de conexión, apoyo, potenciación y comunicación de los colectivos que la integran o que se puedan sentir representados en este nuevo y prometedor lugar social de construcción de conocimiento, de participación y lucha pública, en ese nuevo y esperanzado lugar teológico.
Pero creo, y es mi experiencia personal en estos dos años, que es también un importante lugar, nuevo, motivador, enriquecedor, revelador y constructor de ligazón, de representación y conocimientos y experiencias, para las personas, muy identificativo de la nueva era, que fortalece el espíritu y crea comunidad real entre los re(d)lacionados. Es una verdadera comunidad de intereses, afinidades y esperanzas; una nueva forma de Iglesia democrática y participativa llena de fortaleza, virtus latina, y no sólo virtual como forma restrictiva y “minusválida” de la presencial.
La RED nos hace a tod@s más democrátic@s, no nos relacionamos como vértices, sino a través de nodos y siendo cada un@ nodo de otr@s, el género no es determinante, la frontera no nos limita y puede encontrarse a miles de Kilómetros de nosotr@s en un no-espacio, la identidad y el mestizaje se encuentran continuamente en construcción y las generaciones desaparecen en un no-tiempo permitiéndonos una solidaridad vertical, varias generaciones a la vez, y horizontal sin exclusiones, ofreciéndonos permanentemente la “asistencia apoyo” y la “asistencia presencia”, de forma empática y acogedora, libre y a la vez confidente.
La RED nos orienta de forma inteligente, aunque necesita de nuestro criterio, a lugares vivos, constructivos, creativos y emprendedores a simples toques de tecla, nos acoge en debates y oraciones y favorece que nuestras identidades personales, siempre más de una, al menos a lo largo de nuestra existencia, puedan realizarse en un mundo complejo, diversificado y en continua transformación.
REDES CRISTIANAS no es sólo un ágora de intercambio, un correo rápido, una máquina eficiente de escribir, una plaza de grandes dimensiones en donde exponer nuestra oferta; REDES CRISTINAS es una nueva e innovadora manera de estar y ser, una nueva dimensión que nos hace multidimensionales, multidireccionales, que nos lleva a una nueva ética planetaria y nos impele al Espíritu.
Invito a una reflexión colectiva de esta dimensión personal enriquecedora de REDES CRISTIANAS e iniciar un diálogo en profundidad.
Paco Barco
Sevilla