SOBRE EL EVANGELIO DE MARCOS.Josep Cornellá

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Koinonia/Tambo

Sobre el evangelio de Marcos, copio algunos de mis apuntes. No tienen otro valor que ser apuntes, sacados de los textos estudiados en el cursillo:
Apuntes sobre la introducción histórica
El texto de Marcos no obtuvo el reconocimiento debido hasta principios del siglo pasado. Fue entonces cuando los historiadores lo consideraron mucho más creíble que los otros evangelios, mucho más cercano a la historia de Jesús. Actualmente, se subraya el interés que demuestra por la humanidad de Jesús.

Tres claves para su lectura:

– la experiencia misionera de Marcos. Parece ser que Marcos no se quedó en Palestina, y tiene una experiencia misionera en tierras paganas. Su experiencia, según parece, fue bastante ardua.

– su relación con Pedro.

– la relación con Roma. Importante el tema de la persecución.

Todo hace pensar que el texto fue dado a conocer en el año 64, durante la persecución de Nerón, antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 (no está claro).

1. Mc es probablemente el primer evangelio canónico. Recoge fuentes
diversas, cuya identificación no es fácil. Pero se trata de la obra de un verdadero autor, que reelabora todo el material con personalidad y estilo propio, con estilo sencillo, vivo y popular. Se centra en la persona de Jesús, concretamente en su actuación, con relativamente pocos discursos.

2. Mc escribe entre los años 65-70 probablemente. A medida que va pasando el tiempo se hace más acuciante la necesidad de conservar las tradiciones de Jesús que circulaban por las comunidades. Además también era necesario dejar bien claro que aquel a quien se confesaba como Señor e Hijo de Dios fue un hombre verdadero, con una historia concreta. La obra de Mc mantiene notables semejanzas con las biografías que se escribían en aquel tiempo.

3. La intención de Mc es fundamentalmente teológica: mostrar qué significa que Jesús es el Mesías y el Hijo de Dios; subrayar que el kerigma de la comunidad hunde sus raíces en la vida y obras de Jesús; explicitar las exigencias del seguimiento de Jesús.

4. La tradición considera que este evangelio procede de Roma. Aunque es posible que su origen fuese la provincia romana de Siria, muy pronto se convirtió en el evangelio de Roma, como lo atestigua la tradición, en un proceso muy explicable porque en aquella comunidad confluyeron muchas tradiciones cristianas y, especialmente, el recuerdo de Pedro a quien la mencionada tradición relaciona con Marcos, supuesto autor de la obra.

5. Lo que parece claro es que ha surgido en un ambiente de habla griega con influjo del latín. La comunidad que está detrás del evangelio parece paganocristiana de forma preponderante. Por eso tiene que explicar las costumbres judías. La apertura a los gentiles es ya muy clara.

6. Mc es una obra de una comunidad que vive en los márgenes de su sociedad.
No quiere aislarse; al contrario, desea extenderse y lograr un cierto
reconocimiento social, pero sus puentes con la sinagoga judía parecen rotos y a los ojos de la autoridad imperial los seguidores de un crucificado no podían sino levantar sospechas.

7. La actitud ante la vida y los valores que promueve la comunidad de Mc se distancian notablemente de los socialmente hegemónicos. El relato de Mc pretende afianzar la identidad y la capacidad de resistencia de una comunidad que se encuentra en tan difícil situación. Por eso, Mc subraya que la proclamación del Resucitado solo se puede realizar desde el seguimiento del Crucificado.

8. Una tradición que puede remontarse a finales del siglo I atribuye este evangelio a Marcos, personaje conocido en el NT: Hch 12, 12. 25; 13, 5. 13; 15, 37-39; Col 4, 10; Flm 24; 2Tm 4, 11; 1Pd 5, 13. Esta tradición dice que fue «intérprete de Pedro». Los problemas de la autoría del texto son complejos e hipotéticos, y no tienen importancia para el estudio del Evangelio. Lo más importante que nos quiere decir la mencionada tradición es que Mc transmite los recuerdos y la predicación apostólica, evidentemente reinterpretada en función de las necesidades de sus comunidades.

A?ADIDO A LOS APUNTES:

Sobre la hipótesis de Callaghan, no puedo aportar mucho más de lo que ya aportas. El jesuita ha identificado dos fragmentos que parecen corresponder a los versículos Mc 4,28 y 6,52-53. Pero las letras están borrosas y no es fácil la identificación. Lo más último que he leído es que el en fragmento de Qumran hay algunas letras que se repiten en el texto de Marcos, en la misma posición. La hipótesis es seria, pero precisa más consistencia.

Por otra parte, la presencia de textos cristianos en Qumran es una novedad muy novedosa, inesperada. Admitirlo en base a esta sola coincidencia es arriesgado, teniendo en cuenta además el mal estado de conservación de algunos de los papiros.

MI CONCLUSI?N (como cristiano, no como historiador): no es preciso saber la fecha exacta de los evangelios y conocer a sus autores para leerlos con interés. Lo que importa es leerlos, interiorizarlos, meditarlos. La lectura y el estudio del Evangelio de Marcos, a mi, personalmente, me ha enriquecido mucho. He comprendido la grandeza de un texto que hasta ahora (fascinado por Lucas, Mateo y, sobre todo, Juan) había considerado «menor»

Por cierto, creo que desde la Universidad de Deusto el próximo año se va a programar un cursillo sobre Lucas. El año pasado completé uno sobre Mateo.
Para mi ha sido una experiencia interesantísima.

Es importante recurrir a la exégesis bíblica para comprender toda la riqueza que encierran los evangelios.
No quiero sentar cátedra. Tan solo recojo ideas del reciente curso on-line sobre el Evangelio de Marcos en que he participado en la Universidad de Deusto.

Posiblemente el evangelio de Marcos es el más atrevido. Termina bruscamente (y parece inacabado) con la aparición del joven, en el sepulcro, sentado a la derecha, y que invita a las temerosas mujeres a ir a Galilea: «allí lo veréis». Acaba Marcos narrando que las mujeres salieron huyendo del sepulcro, con temor y espanto, y que no dijeron nada a nadie.

Y así acaba Marcos. O sea, hay que volver a los orígenes, a la Galilea de la vida diaria..
Lo que sigue (versículos 9 a 20) se añadió con posterioridad(posiblemente mediados del siglo II) y es un «refrito» del resto de evangelios. No es conclusión. Es apéndice.

Termina Marcos con la idea de que Dios mismo nos lanza al porvenir, en Galilea. No en Jerusalén. No existe el santo sepulcro en Jerusalén. Existe una comunidad viva que, desde Galilea, expande la idea del reino. Galilea es el lugar del mensaje y de la vida, de la misión, de la fraternidad. Hay que abandonar la vieja ciudad y los viejos sueños de sacralización. El judaísmo nacional ha sido superado.

Por lo que respecta al amor, he encontrado un escrito sufí (corazón teológico del Islam) que centra su preocupación en la transformación del corazón para llegar a unirse a Dios. Al-Ghazâlî (siglo XI o XII) advierte contra la tentación de caer en un espiritualismoindividualista, y menciona una anécdota sobre Jesús:
«Jesús encontró a un hombre y le preguntó que hacía. El hombre le dijo que estaba adorando a Dios. Jesús le preguntó sobre quien cuidaba de su subsistencia mientras el adoraba. El hombre le respondió que su hermano se ocupaba de estos menesteres. Y Jesús le dijo que, entonces, su hermano era mejor adorador que él».

El amor es universal y nadie, en nombre de ningún poder sobrenatural, puede pretender su exclusividad.
La historia y la teología del pluralismo religioso nos deben guiar hacia este concepto.

En mis comentarios sobre el Evangelio de Marcos he querido señalar dos aspectos: el histórico y el vivencial. Evidentemente que el contexto hace inteligible el texto, y es un puntal importante para lo vivencial. Si no tuviera interés en conocer quien lo escribió, en que época lo escribió, y en que contexto lo escribió, no andaría yo metido en cursos ni profundizando en la exégesis.

Sorprende, efectivamente, el final de Marcos, con el episodio de las mujeres asustadas (capítulo 16, 1-8).

Según Xabier Pikaza, existiría una conclusión no canónica (Mc 16, sn) que se perdió al añadirse el actual apéndice. Esta conclusión diría así: ?Ellas (las mujeres) anunciaron, pues, en breve todo lo encargado (por el joven de pascua) a los que estaban alrededor de Pedro. Y después de estas cosas, el mismo Jesús envió desde oriente a occidente, a través de ellos, el santo e inmortal kerigma de la salvación eterna. Amén??.

Este texto se escribiría durante la primera mitad del siglo II, y aparece como único final en alguna traducción antigua. Sería, según Pikaza, un testimonio de la recepción del texto en las comunidades cristianas. Se debería a algún redactor eclesial, probablemente situado en Roma, que indicaría así un inicio de ?historia?? de la Iglesia. Se trataría de un primer ?comentarista?? del texto primitivo.

Las mujeres han cumplido el encargo: sobre la fidelidad de estas mujeres se asienta la iglesia. En este final, desaparece el grupo de los Doce y se centra en Pedro. Jesús actúa como agente principal. La utilización del ?kerigma?? no es propia de Marcos, sino de un lenguaje más culto y solemne. El autor, con breves palabras, daría un peso específico al final del texto. Sería como si en el texto evangélico se propusiera la llamada de Jesús, y en la conclusión se dijera que la Iglesia ha escuchado esta llamada.

El pasaje conclusivo actual (Mc 16, 9-20) sería un añadido independiente, una especie de ?hoja volante pascual?? (siempre según Pikaza) que llena la pretendida laguna pascual del texto de Marcos. Se añade ya en la segunda mitad del siglo II. Queda muy clara la diferencia literaria entre el texto primitivo de Marcos y el añadido posterior. Posiblemente, este final añadido ha permitido que el evangelio de Marcos se haya considerado canónico y podemos ahora gozar con su lectura.

Aunque sea un añadido, puede aportar elementos positivos al relato. Destaca Pikaza:
– La primacía gozosa y misionera de Maria Magdalena (primera cristiana) y el llanto funerario de los otros discípulos. Importancia de esta mujer singular.

– La aparición de Emaús es a dos discípulos del grupo funerario, fugitivos. Pero, ¡ojo!, Jesús se muestra de una forma distinta de cómo se ha aparecido a Maria Magdalena. La vida de los discípulos, a pesar de todo, sigue centrada en el llanto funerario.
– Aparición a los once. Aparición definitiva. No se menciona a Pedro (contrariamente al primer añadido. ¿Estuvo, realmente, Pedro en Roma?). En este texto, en el inicio de la iglesia, solamente aparece un nombre propio: Maria Magdalena.
– La gran misión. El texto (16,15-18) recoge tradiciones de otros textos evangélicos y paulinos. Existe el envío universal. La salvación va unida al bautismo. Es cierto. Pero la condena brota de la falta de fe, no de la falta de bautismo. Y la fe tiene que ver con las obras.
– La ascensión y el cumplimiento de la misión pascual. Jesús aparece como el Señor. Se subraya de nuevo el objetivo de Marcos en su inicio.

De hecho, este apéndice tiene mucho de Lucas y de Hechos.
Todos estos comentarios sirven para situar y conocer mejor el relato de Marcos. Evidentemente, nos sitúan en un contexto concreto. Un primer texto, muy sencillo y esquemático, basado más en las acciones que en los discursos, y unos añadidos que, de una manera evidente, van ?justificando?? la noción de iglesia, para reforzar, seguramente, una comunidad que se veía rodeada de peligros.

El conocimiento de la historia de estos relatos, evidentemente, tiene su importancia.

En mi comentario insistía en que, a pesar de todo, daba primacía al hecho vivencial del texto, y a lo que a cada cual le aporta. Si que considero que, cuanto más se conoce la génesis de un texto, más puede aportar a lo personal.