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1.-El Sínodo Panamazónico tendrá inicio en el mes de octubre y contará con la participación
de todos los obispos de las diócesis, vicariatos apostólicos y prelaturas que conforman la región
amazónica y después de un intenso discernimiento espiritual de tres semanas, tomarán las decisiones que señalarán los nuevos caminos de evangelización en la Amazonía. Pero permanece la
pregunta crucial de cómo se implementarán estas decisiones.
Este modesto aporte quiere mostrar a partir de una mirada rápida al territorio, a su historia
difícil y desafíos, a los gobiernos de los países que conforman la Amazonía, que la implementación
de los nuevos caminos de evangelización será un proceso complejo y desafiante. El surgimiento de
una conciencia más clara a partir del siglo XX, de la Amazonía como un territorio integrado, ha
ayudado en este proceso. Esta visión, sin embargo, no ha significado necesariamente un mejor
cuidado de esta parte preciosa de nuestra casa común y lo evidencia el incendio devastador de la
Amazonía del mes de agosto (2019).
Pero este tiempo en la Iglesia continúa siendo un ?kairós??, un tiempo especial de gracia
para la Iglesia en la región amazónica, un tiempo que ha necesitado unas semillas previas, una
historia y proceso previos, en que el Documento de Aparecida (Brasil, 2007)2 y el nacimiento de la
REPAM (Red Eclesial Panamazónica), 2014, han jugado un rol esencial en la última década. Ahora
es un tiempo propicio para nuestros obispos de la Amazonía de pensar aún en nuevas posibilidades, en particular, en la creación de una Conferencia Episcopal Amazónica que pueda implementar
los nuevos caminos de evangelización que esta región necesita y espera.
EL TERRITORIO AMAZ?NICO: UN BOSQUE HABITADO
El Sínodo Panamazónico es llamado ?especial??3 porque a diferencia de otros Sínodos, este
Sínodo se focaliza en un territorio muy particular y determinado, en este caso, la región Amazónica
en Sudamérica, el mayor bosque del mundo.
Este bosque abarca 7,5 millones de km2 y lo comparten 8 países (Bolivia, Brasil, Colombia,
Ecuador, Guyana, Perú, Suriname , Venezuela) y una región de ultramar (Guyana francesa). Es un
territorio especial, lleno de vida, donde el verde descansa y alegra la vista y donde el río Amazonas
1 El P. Pablo Mora nació en Tarapoto, en la Amazonía peruana, ha estudiado Antropología en Lima, Perú; Filosofía
en Santiago de Chile y Teología en la Facultad Jesuita de Filosofía y Teología (FAJE), en Belo Horizonte, Brasil. Hizo un
doctorado de Teología pastoral en el área de interculturalidad en el Catholic Theological Union (CTU) en Chicago,
Estados Unidos. Trabajó en el Servicio Jesuita a la Panamazonía (SJPAM) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).
Actualmente colabora en la preparación del Sínodo Panamazónico como oficial del Sínodo de los Obispos en Roma.
(Las ideas del autor contenidas en este artículo son a título exclusivamente personal y no comprometen en algún
modo a la Secretaría General del Sínodo de los Obispos.)
2 V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano. Consejo Episcopal Latinoamericano, CELAM. Documento
Conclusivo de Aparecida. [Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, 5ta, Mayo 13-31, 2007,
Aparecida, Brasil] Bogotá: CELAM, 2007.
3 El título formal del Sínodo Panamazónico es ?Asamblea Especial para la Región Panamazónica??
2
como una serpiente inmensa de agua, la abraza y la enrosca con sus cientos de afluentes, dando
vida a una gran variedad de especies de plantas, insectos, peces y mamíferos. La tierra en el Amazonas nunca ha tenido esa desnudez que caracteriza a muchas otras regiones desérticas en el
mundo. La tierra en el Amazonas essiempre un bosque, es una tierra siempre vestida y engalanada
de vida, es la madre naturaleza que alimenta, cura, viste, da cobijo y trabajo a la humanidad.
El Agua es el elemento fluido fertilizador del Amazonas; sin el agua la Amazonía no sería tal;
los ríos son en la región amazónica lo que son las carreteras o autopistas en las ciudades.
La Amazonía no se comprende sin estos caminos y carreteras naturales de agua, a veces de poca o mediana anchura y otras veces tan anchos que la vista no alcanza a ver una orilla desde la otra. Barcos
grandes y pequeños, no autos, de muchas formas y materiales, son los medios tradicionales de
transporte entre las diferentes poblaciones. La Amazonía da origen también a otro tipo de ríos, los
?ríos aéreos?? que son las lluvias que hacen posible que la ?cuenca amazónica?? extienda su territorio como un ?bioma amazónico, ?? lluvias que fertilizan también otros países no amazónicos de Sud
América. La región amazónica es la fuente natural de agua que apaga la sed de una quinta parte
de la humanidad.
Un bosque habitado y distorsionado por la codicia: pinceladas históricas
La Amazonía desde hace miles de años nunca ha sido un territorio deshabitado; la Amazonía
siempre ha estado habitada de centenares de etnias indígenas o de ?pueblos originales.?? Han
aprendido a vivir y se han adaptado a esta selva llena de vida pero también enmarañada, misteriosa, peligrosa y se han cobijado en ella. El número de habitantes de pueblos originarios bordea
el número de los 3 millones y actualmente están repartidos en más de 360 etnias indígenas y en
más de 100 grupos de PIAV (Pueblos indígenas en aislamiento voluntario) que recorren con una
vida errante, diferentes trechos del bosque amazónico. Cada uno de estos grupos tiene su forma
de organizarse socialmente, su cultura, su modo de ser.
La guerra es una amenaza constante entre grupos étnicos diversos y la Amazonía no fue ajeno
a este fenómeno y hasta ahora es conocida la valentía de grupos indígenas que nunca fueron sometidos, como los pueblos Awajún y Harakbut. A este mundo de variedad étnica llegó la empresa
conquistadora y colonizadora de los reinos europeos a partir del siglo XV y XVI. Ellos llegaron con
ambición y avaricia, con los mejores equipamientos de ataque militar, trabando alianzas con tribus
amazónicas enemistadas entre sí; todo esto añadido a las enfermedades que trajeron, desconocidas por los indígenas, y al reclutamiento del trabajo esclavo, diezmaron a la población indígena.
La ambición de riquezas, inflamada por la imaginación de leyendas como el Dorado, el Paititi y la
Tierra de la Canela puso a la Amazonía en la mira de muchas empresas colectivas a partir de esta
época.
Los misioneros con su misión de evangelizar se convirtieron en los defensores de los indígenas
en medio del conflicto de fronteras de estos reinos y de su política esclavista en la Amazonía. El
contexto de inseguridad, violencia, y abuso dejó sin muchas posibilidades a los indígenas, quienes
se resignaron a vivir en las ?reducciones?? o puestos de misión, donde se sentían más protegidos y
eran evangelizados. Así con el celo de los misioneros se plantaron las primeras semillas de evangelización en la Amazonía, regándola también, en muchos casos, con la sangre de sus primeros
mártires.
La Revolución industrial del siglo XVIII resonará con retardo en la Amazonía y entre fines del
siglo XIX y comienzos delsiglo XX tiene lugar una época oscura en la historia de las etniasindígenas.
3
Es la época del caucho, o del ?oro blanco??, que servirá especialmente para el auge de la industria
automotriz en la producción de neumáticos. Tiene lugar el genocidio sistemático de las etnias
indígenas amazónicas, como las del río Putumayo (que atraviesa Ecuador, Perú, Colombia y Brasil)
donde se usó el trabajo esclavo para conseguir látex, este recurso natural del caucho. La Iglesia
reacciona con la encíclica del Papa Pio X, ?Lacrimabili Statu Indorum?? el 7 de junio de 1912, denunciando estos abusos, pero tuvo poco impacto.
El ?boom?? económico del caucho y la injustica contra el indígena amazónico que la alimentó,
generó la movilización de miles de migrantes. Así aparecieron las grandes ciudades en la región
amazónica y que siguen teniendo en la actualidad un número significativo de habitantes: Manaos
(2 millones) y Belém de Pará (1 millón y medio) en Brasil e Iquitos (medio millón) en Perú. Actualmente la población total en la región amazónica suma aproximadamente 34 millones de habitantes.
LA AMAZONÍA HOY: SITUACI?N APREMIANTE EN UN MUNDO GLOBALIZADO
El avance gigantesco de la ciencia y la tecnología aplicadas a la economía y la producción, en
manos de las grandes compañías transnacionales extractivistas, y negociadas con los gobiernos de
turno de los países fronterizos amazónicos, convirtió pronto a la Amazonía en el siglo XX en un
codiciado bien económico de importación y exportación. Dentro de un mundo y una economía
más globalizados, las presiones de potencias extranjeras se dirigen con mayor atención a esta
parte del globo terráqueo, y buscan, con cálculos cartográficos exactos del territorio, la explotación de sus recursos naturales como petróleo, minerales y metales preciosos. Además, estas empresas contagian su deseo a millares de migrantes nacionales que inundan las ciudades de esta
región, buscando lo que parece un objetivo común cuando se piensa en la Amazonía, hacerse rico
sin demora.
Paralelamente y a nivel regional, es interesante observar que a mediados del siglo XX, la nueva
conciencia de la importancia de la región amazónica en los países que la comparten, fue asentándose cada vez más una voluntad política de poder entenderla mejor e incidir en ella desde una
visión de conjunto, como un territorio panamazónico. Así surge un primer acuerdo entre todos
los países amazónicos fronterizos, a excepción de Guayana Francesa, llamado Tratado de Cooperación Amazónica (1978) y que en veinte años despuésse llamará OTCA (Organización del Tratado
de Cooperación Amazónica), con sede en Brasil, y con un deseo de tomar acciones conjuntas para
incidir en la región, aunque con programas y resultados muy limitados. Un acuerdo más pragmático y agresivo es el que surgió de la Primera Cumbre Sudamericana (2000), ?Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana?? (IIRSA) y consiste en un megaproyecto de
carreteras gigantescas, para promover y facilitar la integración regional. También implica acercarse
a la Amazonía, usufructuándola mejor y atravesándola, hacer más veloz el traslado de susrecursos,
por ejemplo, del mar Pacífico al mar Atlántico. Sin embargo, este megaproyecto ha causado y sigue
generando muchas resistencias en la región panamazónica. 4
Esta nueva conciencia de los países fronterizos amazónicos, de considerar la Amazonía como
un todo y una región integrada, con características comunes que la diferencian de otras regiones,
4 https://www.salvalaselva.org/temas/infraestructuras
4
se expresan también en las conclusiones de la WWF (World Wild Fund). Esta es una conocida organización no gubernamental (ONG) internacional que trabaja en el campo de la preservación de
los espacios naturales y la reducción del impacto humano sobre el medio ambiente. En su Informe
Amazonía Viva 2016 de la WWF (World Wild Fund for Nature), subrayan dos mensajes: la necesidad de una estrategia de conservación regional, a nivel del bioma, para la Amazonía y un enfoque
coordinado, integrado en que se tenga en cuenta tanto las necesidades de conservación como
aquellas relacionadas con el desarrollo económico y social.5
Esto nos recuerda también, y desde
una visión panamazónica de desarrollo que respeta los derechos de los pueblos originales, el desafío que plantea el Papa Francisco: ?Creo que el problema principal está en cómo conciliar el derecho al desarrollo incluyendo también el derecho de tipo social y cultural, con la protección de las
características propias de los indígenas y de sus territorios??.6 Con todo, parece que la destrucción
de la Amazonía no se detiene. Al contrario, la codicia y avaricia de siglos pasados continúa, sólo
que esta vez, la Amazonía corre el riesgo de ser destruida para siempre o convertida en una sábana
de arena.
En el mismo Informe Amazonía 2016, WWF menciona 6 amenazas principales en toda la región
amazónica7
: 1) las concesiones mineras que cubren el 15% del bioma amazónico y a esto se
agrega que el 37 % de los territorios indígenas se encuentran en riesgo por 500 contratos para la
explotación de minerales e hidrocarburos; 2) el aumento de represas hidroeléctricas, que ya suman 154 y se planearía la construcción de otras 277 quedando solo 3 ríos sin represas, poniendo
en peligro la ecología, economía y el clima del subcontinente; 3) construcción de carreteras, especialmente de este a oeste vinculándolos a los mercados del Oriente asiático. Sólo en 2016 más
de 20 proyectos nuevos ejercían presión sobre la Amazonía, lo cual generaría un rápido aumento
de la pérdida de bosques; 4) expansión de la agricultura intensiva, para la crianza de ganado y
cultivos como la soya y la palma de aceite han desatado graves transformaciones en el uso del
suelo de los bosques; 5) deforestación, a la que contribuyen las amenazas ya mencionadas, calculándose que para el 2030 la Amazonía puede perder el 27% de su territorio(alrededor de 85.4
millones de hectáreas de bosques); 6) debilidad legislativa en torno a las áreas protegidas de
bosques reduciendo estos espacios o eliminando su estado de protección. En el año 2016 las áreas
protegidas sumaban todavía más del 50% del territorio. Tenemos certeza que todas estas cifras
anteriores Estamos seguros de que todas estas cifras anteriores han empeorado aún más en los
últimos años.
El Papa Francisco en su mensaje a las poblaciones amazónicas en Puerto Maldonado, Perú en
2018 expresó : ?Probablemente los pueblos originarios amazónicos nunca hayan estado tan amenazados en sus territorios como lo están ahora.??
8 Sus palabras confirman que solo en estas primeras dos décadas del siglo XXI la situación de la Amazonía ha entrado en una fase crítica como no la
ha estado nunca antes.
5 Amazonía Viva Informe 2016, pp. 16-17
6 Papa Francisco, Discurso a los participantes en el III foro de los pueblos indígenas convocado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (IFAD), 15 de febrero de 2017
7 Cf. Amazonía Viva Informe 2016, pp. 44-59
8 Papa Francisco, Discurso en Puerto Maldonado, Perú, 19 de Enero de 2018
5
LA IGLESIA Y EL TERRITORIO DE LA AMAZONÍA
Al principio, con la primera evangelización de los siglos XV ?XVI, debe decirse que la Iglesia ha
visto la Amazonía con los ojos de su tiempo, como una región vasta de conquista espiritual paralelamente o complementariamente a una época de conquista política y militar, disputada entre
reinos europeos. Naturalmente junto a la división territorial entre reinos, comenzó la división política al interior de ellos y casi al mismo tiempo, la demarcación de los territorios confiados a la
Iglesia que se convertirán en ?circunscripciones eclesiásticas.?? La evangelización de estos territorios fue confiada a las primeras congregaciones religiosas que llegaron a esta parte del continente.
Las circunscripciones eclesiásticas
Después de la independencia de los nuevos países sudamericanos a partir del siglo XIX, los
límites fronterizos del territorio amazónico se ha demarcado definitivamente en medio de fricciones y guerras entre los países que componen este territorio. Al mismo tiempo, al interior de cada
país se hizo la división política de los territorios ya sea en departamentos, provincias o estados. En
cuanto a la Iglesia, también tuvo lugar la división eclesiástica del territorio de un país en ?circunscripciones eclesiásticas??: diócesis, vicariatos apostólicos9
y prelaturas apostólicas. Ellas abarcaban
no solamente dos o más unidades políticas (departamentos o provincias) sino también distintas
regiones geográficas y culturales, por ejemplo, la zona andina de montañas y la zona de selva o
floresta. 10Los territorios eran tan vastos para la atención pastoral que los obispos, vicarios apostólicos religiosos, invitaban a otras congregaciones religiosas masculinas y femeninas a unírseles
en la misión de evangelización en aquellas tierras. Y lo han hecho de diversas maneras: ya sea
como párrocos, misioneros y misionerasitinerantes, educadores, prestando servicios de salud, etc.
Dificultad de alcanzar las comunidades indígenas y pueblos ribereños lejanos.
La misión entre los pueblos amazónicos más lejanos, se vio pronto limitada en un territorio tan
vasto y con recorridos muy complicados y sacrificados en medio del bosque. Las distancias geográficas se fueron transformando en distancias pastorales, lo cual generaba una relación de proporción inversa, en el que cuanto mayor era la distancia geográfica a una comunidad, estaba menos
visitada pastoralmente (una o dos veces al año en el mejor de los casos). Junto a la falta de recursos
humanos, la falta de misioneros y misioneras itinerantes, que se comenzó a agudizar desde los
años 70, se unía la falta de recursos económicos para lograr una pastoral sostenible. La pastoral
itinerante o de visitas ha sido siempre muy costosa, donde los gastos de viaje en el río son el doble
o incluso el triple de los de las carreteras. Actualmente la pastoral itinerante o de visitas de los
párrocos o religiosos y religiosas asentados en un vicariato apostólico de la Amazonía hace lo imposible para no sufrir una parálisis total de este tipo de pastoral.
La Iglesia siempre ha mostrado una gran fidelidad en su misión de servicio evangelizador en la
Amazonía y el Papa Francisco nos lo recuerda: ?La Iglesia no está en la Amazonia como quien tiene
hechas las maletas para marcharse después de haberla explotado todo lo que ha podido. La Iglesia
9 En forma general podemos decir que los vicariatos apostólicos son territorios de misión que dependen directamente de la Santa Sede, están encomendados a un obispo y todavía no se ha constituido en una diócesis. La prelatura tiene un territorio menor que también depende de la Santa Sede, pero quien la gobierna no es necesariamente
un obispo.
10 El vicariato de Puerto Maldonado, que visitó el Papa en enero de 2018, es un ejemplo de ello, abarca territorios y
culturas diferentes de tres departamentos de Perú: Madre de Dios, Cusco y Pucallpa
6
está presente en la Amazonia desde el principio con misioneros, congregaciones religiosas, sacerdotes, laicos y obispos y todavía hoy está presente y es determinante para el futuro de la zona.??11
La REPAM (Red Eclesial Panamazónica): El precursor de una estructura episcopal Amazónica
Esta conciencia de ver la Amazonía como un territorio con una pastoral de conjunto y diferenciada, se ha cristalizado en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, en el Documento de Aparecida, en Brasil, donde surge la necesidad de: ?Crear conciencia en las Américas
sobre la importancia de la Amazonia para toda la humanidad. Establecer, entre las iglesias locales
de diversos países sudamericanos, que están en la cuenca amazónica, una pastoral de conjunto
con prioridades diferenciadas para crear un modelo de desarrollo que privilegie a los pobres y sirva
al bien común?? (DA 475) A partir de este período, y ayudado por un contexto de mayor conciencia
ecológica a nivel mundial, se comenzará un proceso acelerado para plantearse la Amazonía como
sujeto eclesial, con características propias y que demandan una pastoral de conjunto entre todos
los países que componen esta iglesia regional.
La importancia de ver la Amazonía como más allá de las propias fronteras geográficas políticas
o de las circunscripciones eclesiásticas comenzó tímidamente pero con determinación en experiencias inter institucionales e inter congregacionales como el nacimiento en 1996 del ?Equipo Itinerante?? en Brasil y cuyo inspirador fue el P. Claudio Perani SJ. Este grupo conformado por laicas,
laicos, religiosas, religiosos, padres diocesanos, continúa hasta el día de hoy su carisma misionero
en la región amazónica.
Más tarde se desarrolló una pastoral más focalizada, trabajando más allá de las fronteras o
circunscripciones eclesiásticas de un país, y con una visión pan-amazónica. Congregacionesreligiosas (por ejemplo, jesuitas, franciscanos, maristas, etc.) confían esta visión a algunos de sus miembros, para llevar a cabo una nueva misión, y también se forman equipos pastorales intercongregacionales en las fronteras de los países amazónicos.
Este proceso de ver la Amazonía pastoralmente como un territorio único y con sus propias características alcanzaría un punto decisivo con la creación en 2014 de la REPAM (Red Eclesial Pan
Amazónica). Esto fue posible con el apoyo del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM
(Conferencia Episcopal Latinoamericana), la Comisión para la Amazonía de la CNBB (Conferencia
Nacional de los Obispos de Brasil , la CLAR ( Confederación Latinoamericana y del Caribe de Religiosos y Religiosas) y Cáritas internacional, bajo el liderazgo conjunto del Cardenal Claudio
Hummes, OFM como presidente de la REPAM, del Cardenal Pedro Barreto, S.J, (en ese entonces
Arzobispo), como vicepresidente y del Sr. Mauricio López, como Secretario Ejecutivo.
La REPAM, como su nombre lo indica, fue creada para ser una red en la cual todas las iglesias
locales de la Amazonía se sientan conectadas solidariamente en sus necesidades, desafíos, luchas
y expectativas. Por eso, la REPAM acompaña y anima a las Iglesias locales de una forma más orgánica y eficaz a través de nueve áreas de trabajo: Pueblos indígenas, Justicia socio ambiental, Derechos Humanos e incidencia, Fronteras, Minería, Formación y métodos pastorales, Redes Internacionales, Investigación- mapeo y Comunicación.
11 Papa Francisco, Discurso al Episcopado brasileño, Río de Janeiro, 27 de Julio de 2013
7
Desde el anuncio del Sínodo Panamazónico por el Papa Francisco en 2017 La REPAM ha tenido
un rol fundamental y de coordinación, al servicio de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, para la preparación del Sínodo Panamazónico. Una de sus significantes contribuciones ha sido
la organización de las asambleas territoriales presinodales que han tenido lugar en toda la región
amazónica.En estas asambleas las iglesias locales de esta región, presididas por sus obispos se
reunieron para responder a las preguntas del Documento Preparatorio, y cuyas respuestasforman
actualmente la base del ?Instrumentum Laboris??, Instrumento de Trabajo para el Sínodo Panamazónico a celebrarse en Octubre del 2019. Estas consultas pre sinodales coincidieron afortunadamente con la publicación de la Constitución apostólica ?Episcopalis Communio?? (15 de Septiembre
de 2019)12 , en la que el Papa nos recuerda que la Iglesia es una Iglesia sinodal, que camina junta y
unida. Esta sinodalidad expresa una comunión estrecha entre el Papa y los obispos, entre los mismos obispos, y de éstos, como pastores, con los fieles. De esta forma, las Iglesias locales animadas
porsus obisposson consultadas en lostemas que el Papa escoge para futuros Sínodos, para el bien
de la Iglesia universal.
Necesidad de una Conferencia Episcopal Amazónica
La Amazonía es mejor considerada, como lo sugiere el Instrumentum Laboris, cuando es vista
como un nuevo sujeto eclesial13 , en el cual se identifica más claramente una Iglesia de ?rostro
amazónico?? y de ?rostro indígena??14
, con rasgos fundamentales y significativos que la diferencias
de las iglesias de otras regiones. Y por lo mismo, es necesario reconocerle, en el buen sentido, una
?territorialidad?? como parte de esta identidad eclesial propia. En el Instrumentum Laborisse plantea la necesidad de una estructura Episcopal para la Región Amazónica15
. Y esto, si se traduce en un organismo eclesial sólido como una Conferencia Episcopal, significaría considerar al territorio
amazónico, que forma parte de las circunscripciones eclesiásticas actuales (diócesis, vicariatos y
prelaturas), como su centro de atención.16
Actualmente, en la conferencia episcopal de cada país amazónico, la región amazónica es un
territorio de gran proporción, en comparación con otras regiones no amazónicas del mismo país.
Sin embargo, la población de toda la región amazónica es una minoría, 34 millones, lo que constituye sólo el 10% de la población total de los países amazónicos. En consecuencia, la Conferencia
12 El tema de esta Constitución Apostólica es el Sínodo de los Obispos
13 Cf. Amazonia: nuevos caminos para la lglesia y para una ecología integral. INSTRUMENTUM LABORIS, Librería Editrice Vaticana, 2019. Introducción n.2, pp. 7-8,
14 Cf. Papa Francisco. Discurso a los pueblos amazónicos. Puerto Maldonado, 19 de enero de 2018
15 Cf. Amazonia: nuevos caminos para la lglesia y para una ecología integral. INSTRUMENTUM LABORIS, Librería Editrice Vaticana, 2019, p. 115: ?Dadas las características propias del territorio amazónico, se sugiere considerar la necesidad de una estructura episcopal Amazónica que lleve a cabo la aplicación del Sínodo.??
16Código de Derecho Canónico, C.I.C., c. 447; cf. Conc. Ecum. Vat. II, Decr. Christus Dominus, sobre el oficio pastoral de los Obispos, 38,1.« La Conferencia Episcopal, institución de carácter permanente, es la asamblea de los Obispos de una nación o territorio determinado, que ejercen unidos algunas funciones pastorales respecto de los fieles de su territorio, para promover conforme a la norma del derecho el mayor bien que la Iglesia proporciona a los hombres, sobre todo mediante formas y modos de apostolado convenientemente acomodados a las peculiares circunstancias de tiempo y de lugar » (el subrayado es mío)
8
Episcopal de cada país no tiene la capacidad de responder plenamente a los diferentes y complejos
problemas de esta región, ya que la mayoría de la población de las Iglesias locales de cada país es
mayor en las regiones no amazónicas. Y si bien los territorios amazónicos, han sido confiados en
su mayoría a vicariatos apostólicos administrados por congregaciones religiosas, esto no significa
necesariamente que estén mejor atendidos.
REPAM hace un buen trabajo de animación y coordinación de proyectos en el servicio que
presta a las circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía. Pero no tiene el poder de ejecutar e
implementar las conclusiones del Sínodo Panamazónico, como lo podría hacer una Conferencia
Episcopal de una forma más colegiada.
A este respecto, es interesante la figura de una Conferencia Episcopal por la maleabilidad que
muestra en la normativa canónica. Junto a las Conferencias Episcopales tal como las conocemos,
es decir, delimitadas en su territorio por las fronteras de cada país, puede abarcar ?un territorio
de extensión menor o mayor, de modo que sólo comprenda a los Obispos de algunas Iglesias particulares existentes en un determinado territorio, o bien a los Prelados de las Iglesias particulares de distintas naciones »
17
. Por lo tanto, se contempla la posibilidad de Conferencias Episcopales
también a otro nivel territorial o bien supranacionales.
Sin un organismo episcopal sólido y unido, la Amazonia corre el riesgo de convertirse en una
preocupación marginal o secundaria. Al contrario, con la creación de una Conferencia Episcopal
Amazónica, la proyección eco-pastoral para toda la región ganaría una nueva forma de organización y nueva energía. La coordinación en la búsqueda de objetivos comunes para la región beneficiaría a todos. La planificación de proyectos tendría un horizonte más amplio aun cuando estén
arraigados en la realidad local. Las instituciones y agencias financieras que apoyan la misión en la
Iglesia pueden discernir mejor la canalización de sus recursos, teniendo conocimiento de las prioridades comunes de esta Conferencia. Habría más posibilidades de aumentar la movilidad y los
intercambios misioneros entre religiosos, laicos y sacerdotes dentro de la misma región. La misión
podría llevarse a cabo de manera más eficaz y creativa, con recursos humanos disponibles desde
el punto de vista del trabajo interinstitucional e interdisciplinario, en apoyo de la salud, la educación, la defensa del territorio, etc.18
Por supuesto, hay desafíos concretos para esta nueva evangelización en la región amazónica,
como las diferencias culturales y de formas de trabajo, sin mencionar los diferentes idiomas utilizados por la mayoría de la población de los países de la Amazonía: Portugués, español, inglés y
francés. Al mismo tiempo, esto nos daría la oportunidad de entender mejor lo central de nuestra
postura evangelizadora en esta región: entender y trabajar con los pueblos de la Amazonía, con
sus diferentes culturas, idiomas o dialectos y otras formas de ser.
Conclusión
El Sínodo Panamazónico nos invita también a concebirnos como una Iglesia regional panamazónica, es decir, con un territorio eclesial propio amazónico. Una sola Conferencia Episcopal
Amazónica, reuniría a las diócesis, vicariatos y prelaturas de los países que componen la Amazonía.
17 C.I.C., c. 448, § 2.
18 Cf. Motu Proprio ?Apostolos suos?? Sobre la naturaleza teológica y jurídica de las Conferencias de los obispos, n.
15. Se contemplan otras ventajas de la formación de una Conferencia Episcopal
9
La relevancia del territorio amazónico en este momento, no sólo a nivel regional sino también a
nivel mundial, justifica que se preste especial atención a los temas y problemas más específicos de
la región. La unidad y solidaridad de los obispos locales, reunidos para formar una Conferencia
Episcopal Amazónica, expresaría de una manera más visible y eficaz, la urgente necesidad de cuidar de este rincón especial del planeta. Esto sería poner en práctica la llamada de Laudato Si y ser
testigo de la clara opción de este Sínodo de hacer de la ecología integral una parte integral de su
trabajo evangelizador. El «vino nuevo», los nuevos caminos de evangelización que descubrirá la
Iglesia en el Sínodo Panamazónico, necesitará «odres nuevos», un organismo eclesial preparado
para afrontar las nuevas y apremiantes circunstancias en la Amazonía, y para poner en práctica las
conclusiones del Sínodo Panamazónico. Si no, corremos el riesgo de que el «vino nuevo» de este
sínodo extraordinario se pierda.