Con mi abuela María, en el Santuario de Las Nieves, recuerdo la oración por los primos de Venezuela. Para entonces había fallecido ya en accidente laboral mi tío Gelasio y la abuela llevaba a sus nietos para poner ante el altar de la Señora de La Palma a los familiares lejanos. Por entonces, con las difíciles y lentas comunicaciones, no se podía aplicar aquello del “no news, good news”. Más bien, la ausencia de noticias generaba cierta ansiedad y se esperaban las cartas desde el otro lado del Atlántico como un auténtico regalo. … Ver noticia …
