Es un viejo lema anarquista que el vandalismo reciente en la última marcha de los estudiantes nos recuerda porque el gesto de esos quince jóvenes que sacaron la cruz de la iglesia de la Gratitud Nacional y que la quebraron en la calle fue simbólico. Fue un acto típicamente anarquista. Para muchos cristianos, este gesto fue especialmente blasfematorio, mucho más todavía que los incendios de iglesias o seminario de la Araucanía. No estamos frente al mismo anarquismo de la revolución francesa que decapitó muchas estatuas de santos en los pórticos de las catedrales pero es un anarquismo parecido que resurge en todos los tiempos de crisis profunda. El anarquismo es de alguna manera el termómetro de la sociedad que indica un estado de gravedad. ··· Ver noticia ···
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