Estos días previos a la misa de las familias, estamos oyendo verdaderos exabruptos por parte de algunos de nuestros obispos.
Monseñor Reig Pla sale diciendo estas palabras:
“de tal manera que los matrimonios canónicamente constituidos son menos dados a la violencia doméstica que aquellos que son parejas de hecho”.
Más adelante ofrecería lo que aportan algunas estadísticas de entidades católicas donde se llega a afirmar que la violencia de género es hasta más de 12 veces superior en las uniones sentimentales que en los matrimonios. Incluso dice que él aporta informes poco difundidos, entre otros, el del Consejo General del Poder Judicial.
De verdad que me parece una manera muy descarada de malinterpretarlo. En su informe sobre violencia de género en 2008, dice textualmente el Consejo G. P. J:
«Las muertes en que existía vínculo matrimonial o relación sentimental asimilable en el momento de ocurrir los hechos suman un total de 60, lo que representa el 49,6 por ciento del total, distribuyéndose de la siguiente manera:
• Veintiséis con vínculo matrimonial, con un porcentaje del 21,5 sobre el total.
• Veintisiete parejas de hecho, con un índice porcentual del 22,3 por ciento
• Siete con relación de novio/a, con un porcentaje del 5,8 por ciento»
Es decir: prácticamente es igual el número de víctimas con vínculo matrimonial que en las parejas de hecho, que supongo son a las que se refiere el obispo cuando dice «uniones sentimentales».
Es decir: se quiere arrimar el ascua a su sardina para hacer ver que lo que hay que potenciar son las bodas por la Iglesia que han descendido tanto que ya son más los matrimonios civiles que los religiosos, con el consiguiente descenso también en los ingresos económicos en las parroquias.
Por otro lado, Religión Digital nos ofrece hoy esta información:
El obispo de Córdoba asegura que la Unesco hará homosexual a la mitad de la población para 2020
Y se queda uno de piedra. ¿Cómo es posible decir semejante barbaridad?
Para colmo pone esta información como una confidencia que le ha hecho a él el Cardenal Antonelli en Zaragoza.
Con este tipo de declaraciones algunos de nuestros obispos siguen haciendo el ridículo. Es mucho mejor estar callados que decir esas barbaridades.
Todo el mundo sabe que la violencia de género no tiene nada que ver con que la gente esté o no casada por la iglesia. Que son posturas machistas (que muchas veces la iglesia apoyó a lo largo de su historia y que aún sigue manteniendo en gran parte), las que provocan esas violencias que toda la sociedad rechaza.
Todo el mundo sabe que la UNESCO no puede dedicarse a convertir en homosexuales a la mitad de la población en 2020.
Y es que estas declaraciones tan bárbaras se hacen casi en vísperas de la misa de las familias que Rouco Varela presidirá mañana en Madrid.
Quizá sea sólo el aperitivo de lo que nos quede por oir mañana.
