¿Hay más vocaciones en congregaciones apegadas a sus signos externos?
«El día que me pude quitar el hábito, pasé a ser una ‘mujer normal’ o hasta diría que ‘cualquiera’ en el mejor sentido de la palabra. Pasamos desapercibidas en los lugares públicos y -dedicadas a lo mismo que antes- procuramos no ser como el levita o el sacerdote que pasaron junto al herido, aquel que no fue auxiliado hasta que no pasó una personal ‘normal’, y encima emigrante, el samaritano» ··· Ver noticia ···