Enviado a la página web de Redes Cristianas
Cual si seguir el Evangelio no fuera ya de por sí bastante difícil, sobre todo en una Iglesia que tiene un pie fuera de él (digamos uno), parece que sea posible hacerlo aún más, siguiendo al pie de la letra frases y ejemplos que son voluntariamente (o, mejor, sociológicamente) exagerados.
Ayer mismo quedé preocupado con un artículo en la web de una entidad cristiana alternativa donde se pedían cosas realmente difíciles (y realmente innecesarias).
Pues no, no se trata de ir sin zurrón (con provisiones), o lo que corresponda con las costumbres actuales, y ya no digamos sin sandalias, sino de no ir excesivamente acomodados. No se trata, en modo alguno, de no poder despedirse de la familia, o enterrar al padre, sino de hacerse cargo de que, a partir de aquel momento, supuesto el caso de tomar una decisión religiosa importante, ya no se podrá dar a la familia el mismo grado de afecto que antes. Y no se trata de no poder saludar a una persona o a un conocido que se encuentre en el camino, sino de no distraerse excesivamente si se va a una actuación concreta.
La Biblia está llena de frases exageradas, que usaba la población israelita-judía en su vida cotidiana. Y Jesús las usa abundantemente. Cualquier judío/a sabía descodificar automáticamente esas expresiones, y calibrar lo que realmente se quería decir, puesto que él/ella también las usaba corrientemente. Parece que dirigentes o militantes cristianos tengan dificultades a la hora de comprender frases evangélicas concretas. Y lo peor es cuando ocasionalmente se exponen al público frases exageradas sin advertir de su exageración como recurso literario para darles más importancia. Para un no creyente es escandalizante oír hablar (o leer) de cortarse una mano, así tal cual. El sentido es que, si una cosa muy valorada por ti (ejemplo: un coche) produce efectos negativos importantes a ti o a otros, prescinde de ella, pues mejor sin ella siendo una buena persona que con ella perjudicando a la sociedad.
Espero que queda claro, sin necesidad de más ejemplos.