Yo lo conocí como a la palma de mi mano
venía de una familia obrera y trabajadora
no pudo seguir sus estudios universitarios
porque tuvo que dedicarse a trabajar
para ayudar a mantener a sus cuatro hermanos.
Hizo de todo un poco fue albañil pero mucho más
que construir edificios se construyó a sí mismo
fue cartero pero las cartas que entregaba
por esas cosas de Dios siempre eran buenas noticias
fue barredor en las calles pero más que sacar la basura
de las plazas y de las calles las sacó de su corazón.
Los poderosos que lo miraban si es que lo miraban
veían en él a un Don Nadie un pobre hombrecito pobre
pero fue buen padre buen esposo buen hijo.
En el se cumplían todas las Bienaventuranzas
porque era pacífico pobre de espíritu
y más de una vez fue perseguido por hacer una huelga
es decir por causa de la justicia social.
Para mí fue un Santo aunque ocupara en la Iglesia
los Domingos siempre el último lugar
el último de los asientos el último en comulgar
el último en recibir el saludo del párroco.
No será Santo ninguna congregación lo popondrá
aunque hizo milagros como andar arriba de un andamio
en un edificio de veinte pisos o convertir el agua
en vino en los días de calor o multiplicar los peces
para que a todos sus hijos les tocara algo.
El mayor de sus milagros fue dar el buen ejemplo
ser un hombre sencillo y cristiano consecuente
pero no lo canonizarán ni será venerado en los templos.
Sin embargo para mí fue un Santo de verdad
y como su nombre no importa le digo San Nadie
y a él le rezo y le encomiendo mi vida.