El Pontífice y el líder de la Liga, preso de un catolicismo sobrevenido que empieza a dar réditos electorales, mantienen un enfrentamiento que ya nadie oculta
Una muchedumbre cubierta bajo un manto de paraguas coreaba a Matteo Salvini en la plaza del Duomo de Milán el pasado 18 de mayo. El líder de la Liga, después de bramar algunas consignas contra el Islam con los socios europeos que le acompañaban, empuñó un rosario y embistió por primera vez contra el papa Francisco. Empezó criticando su visión de la inmigración. Hurgando en la herida, su equipo proyectó en las pantallas gigantes fotos del Juan Pablo II y Benedicto XVI para que pudiera ensalzar sus figuras, en contraste con la del actual Pontífice ··· Ver noticia ···
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