Público
La semana pasada se cumplieron 100 años del asesinato de Salvador Seguí a manos del terrorismo patronal. Puede que haya lectores a quienes dicho nombre les resulte ajeno, pero el peso de este líder anarcosindicalista está imprimido en conquistas tan cotidianas como la jornada laboral de ocho horas que hoy seguimos disfrutando, por lo menos, formalmente, sin que hayamos conseguido, desde entonces, ganarle algo más de tiempo al reloj de la oficina.Ver noticia original en …