Hoy como en todas las pascuas vividas con Jerónimo a mi lado quiero compartir junto a todos ustedes el profundo deseo de corazón que el Espíritu siempre nos ilumine que ?l sea nuestra fuerza que ?l nos mantenga siempre unidos para poder dar testimonio con nuestras vidas del don gratuito que hemos recibido como es el haber podido descubrir e ir madurando en nosotros el misterio de la creación varón-mujer integrados en un compromiso de vida y de unión profunda en el Espíritu.
A mis hermanos argentinos, a mis hermanos latinoamericanos y a mis hermanos unidos en la Federación Internacional quiero llegar a todos con este mensaje de Pascua para que agradeciendo este don lo vivamos con la alegría del Espíritu y que nunca nos permitamos bajar los brazos porque nuestro camino es profético, no dejemos morir la profecía porque el mensaje de Jesús es la profecía que anuncia siempre la liberación.
Clelia