Enviado a la página web de Redes Cristianas
CONTENIDO
Introducción
– La Iglesia de los pobres en las CEBs
– Palabras del teólogo José Comblin
– Las CEBs antiguas están en vía de sustitución
Conclusión
INTRODUCCI?N
La sinodalidad, ese camino eclesial donde vivimos como iguales y con iguales responsabilidad, ha pasado a ser el gran tema de reflexión y resistencia en la Iglesia católica?? Y no es para menos. Quienes tenemos una larga
experiencia de las CEBs (Comunidades Eclesiales de Base) nos sentimos felices porque es una confirmación de nuestra manera de vivir, como el nuevo camino de Iglesia, en el seguimiento de Jesucristo. Voy a comenzar hablando
de mi experiencia sacerdotal.
A. ? LA IGLESIA DE LOS POBRES ?? EN LAS CEBs
Siempre estuve en un trabajo parroquial en sectores populares en la línea de las CEBs tanto en la ciudad como en el campo. Primero estuve en una parroquia suburbana de Guayaquil (1976-1987). Luego de unos estudios
en Roma estuve durante 2 años.
Después fui a Nicaragua durante unos 8 años (1989-1997) en una ?inmensa? parroquia del campo en la zona tropical del este del país: 120,000 habitantes con unas 130 comunidades con su
capilla, bien organizadas. El centro urbano principal contaba con unos 15,000 habitantes. Visitaba en carro unas 30 comunidades cada 3 meses. Iba de forma mensual a las demás 100 comunidades una vez al año, en mula, en lancha o a pie, por grupos de 10 a 20 comunidades; me quedaba un día en cada una.
Estas Comunidades eran distantes de 3 a 5 horas de camino. Había en la parroquia unos 3,000 ministr@s de 27 ministerios diferentes: eclesiales, sociales y cívicos. El resto del tiempo lo dedicaba a la formación: tod@s est@s ministr@s tenían seguían un curso anual de formación de 3 a 6 días?? Para los candidatos al diaconado (en mi época eran 4) el curso anual era de un mes.
Allí en Nicaragua hice la experiencia de una Iglesia en manos de los seglares. Había una Asamblea anual de delegados de cada Comunidad, de unas 150 personas. Esta Asamblea era conducida por los seglares: se evaluaba la
realidad de la parroquia en lo social y lo eclesial (¿respondemos a las necesidades sociales y religiosas?), buscando luces en la Palabra de Dios y los documentos eclesiales, en particular latinoamericanos y se decidía la programación del trabajo parroquial de todo el año siguiente. En Semana santa se realizaban todas las celebraciones del Domingo
de Ramos al Domingo de Resurrección, incluida ?la Cena del Señor?, con chicha o café y tortilla de maíz. Los laicos celebraban los sacramentos de los enfermos y la confesión comunitaria con absolución (la del final del ?Yo confieso?) de los moribundos o enfermos graves?? En definitiva, los laicos eran ?sacerdotes? a la manera de las y los de las primeras comunidades cristianas.
Esta parroquia era la Iglesia de los Pobres viva y muy activa deseada por el papa Juan 23?? con la gran suerte que teníamos el apoyo del obispo apoyaba, un poco asustado a veces de ver todo lo que se podía hacer cuando los laicos ?toman en serio el Evangelio???? Por supuesto esa línea de Iglesia había comenzada antes de que yo llegara. Todas las parroquias iban también por ese camino, con sus diferencias, y nos ayudábamos compartiendo experiencias y formación.
Quiero dejar constancia de los 2 obispos que apoyaron esta experiencia: Salvador Schaefer y Pablo Smith, de la congragación de los capuchinos de Estados Unidos. Me di cuenta que estas actividades pastorales existían en otras diócesis donde el obispo había hecho esta opción. Siempre lamenté que no hubiera reuniones entre estas diócesis para compartir, purificar y fortalecer estas experiencias. Unos 10 años después viví una experiencia parecida en el Vicariato de Sucumbíos, en la Amazonía ecuatoriana, con monseñor Gonzalo López, expulsado violentamente del Vicariato en 2010, por orden del Vaticano, en tiempos de Benedicto 16.
B. PALABRA DEL TE?LOGO JOS? COMBLIN
Nos confirma estas opciones de Iglesia de los Pobres el mismo padre José Comblin, gran teólogo belga de liberación en Brasil; falleció en Brasil en 2011. ?l decía más o menos lo siguiente:
1. La Institución eclesial es como Rusia en tiempos de Gorbachov: un cascarón vacío que va a romperse no se sabe cuándo?? ¿Qué habrá para sustituirlo?
2. Va a haber una ruptura en la Iglesia. No puede ser de otra manera: la institución es incapaz de renovarse.
Construyamos la Iglesia de los Pobres, desde los seglares y comunidades nuevas.
3. El camino es la misión bautismal de los laicos: ser profeta, sacerdote y rey-pastor. El sacerdocio bautismal es primero, según el Concilio, sobre el sacerdocio ordenado y terminará sustituyéndolo.
4. Nos quedaremos con 2 sacramentos: el bautismo y la fracción del pan, como en las primeras Comunidades.
5. El cristianismo como religión está desapareciendo (ritos, sacerdocio ordenado, dogmas, moral, templos??).
Volvemos al movimiento de Jesús por el Reino, es decir, la promoción de los valores humanos y los derechos de la naturaleza en nombre del Dios de la Vida y del Amor, esa Energía vital que todo lo habita.
6. Vamos hacia un humanismo integral abierto a esta trascendencia.
7. Las otras religiones tienen mucho que enseñarnos??
Personalmente creo que la puesta en marcha de una Iglesia sinodal es una ?ruptura?. Con ella comienza otro modelo de Iglesia iniciado, desde las bases, por las CEBs en ?autonomía y comunión?? con la jerarquía eclesial. De
hecho, las CEBs caminamos en ruptura con los obispos y sacerdotes que nos persiguen y tratan de destruirnos a lo largo y ancho del continente.
C. LAS CEBs ANTIGUAS ESTÁN EN VÍA DE SUSTITUCI?N
El año pasado, 2020 tuvo lugar en Guayaquil el 11 Encuentro Continental de las CEBs. Estuvieron presentes unos 250 representantes de 16 países de las Américas del Sur, Centro y Norte, como también del Caribe. La novedad
fue la presencia de CEBs juveniles con unos 40 representantes de 13 países.
Recordemos de las CEBs nacieron en Brasil por los años 1955, hace más de 60 años.
Reconozcamos que nos hay una renovación de los miembros de las CEBs adultos. Pero la novedad de las CEBs juveniles abre nuevas esperanzas y nuevos caminos tanto para las CEBs como para la Iglesia de los Pobres en las Américas, porque hay grandes diferencias entre las CEBs adultas en y las CEBs juveniles.
1. Las CEBs juveniles, frutos novedosos
Ellas van por un camino nuevo tanto en lo teológico como en lo eclesial. Su interpretación bíblica es novedosa como su expresión litúrgica. Sus opciones muestran un decidido compromiso social con incidencias políticas. Estas CEBs juveniles vienen de las CEBs adultas, pero tienen su propia identidad y su propio camino.
2. Las CEBs adultos, vivas y significativas, quedamos como un testimonio irremplazable.
Digamos que con las CEBs adultas:
– otra forma de Iglesia es posible: la Iglesia de los pobres,
– otra forma de vivir y celebrar los sacramentos es posible,
– otra forma de religiosidad popular liberadora es posible,
– otra forma de interpretar la Biblia mucho menos fundamentalista es posible,
– otra forma de espiritualidad ?laica? es posible,
– ??.
CONCLUSI?N: Claro que eso desestabiliza?? a los que no van por el camino de la Iglesia de los Pobres
1. La fuerte resistencia clerical
La resistencia a las opciones del papa Francisco que se inspira en las CEBs es real, fuerte y muy agresiva. El silencio de la mayoría de la jerarquía católica sobre lo que hace y dice el papa es significativa. La pasividad de la gran mayoría del clero es un boicot efectivo, la agresividad de los cardenales y obispos más tradicionales es virulenta.
Los movimientos carismáticos naturalmente conservadores difícilmente seguirán este nuevo camino.
Los institutos tradicionalistas (opus dei, heraldos del Evangelio y otros) se vuelven campos de batalla. Los 'institutos seculares' creados bajo los reinados de Juan Pablo y Benedicto tampoco duermen…
2. La fuerte esperanza de la Iglesia de los Pobres
Las CEBs se renuevan y abren nuevas esperanzas. No se trata de añorar el pasado sino nos actualizarnos en las transformaciones tanto eclesiales impulsados por el papa Francisco como sociales que se necesita por todas
partes en este momento. Además, ?no hay camino abierto, el camino se está haciendo caminando?.
El desafío es:
– Compartir todo esto con los seglares más abiertos y comprometidos y entre sacerdotes y obispos que vamos por este camino, como también con tod@s quienes quieren emprenderlo.
– No podemos quedarnos sólo en lo eclesial y espiritual, sino continuar integtándonos en lo social y lo político.
– Tiene que animarnos por una fuerte espiritualidad liberadora centrada en Jesús histórico, la oración contemplativa, la lectura de los signos de los tiempos y la sabiduría de todas las religiones.
– Estar convencido que el Reino es el horizonte definitivo y comienza a acontecer hoy en nosotros y en medio de nosotros.
– La sinodalidad promovida por el papa Francisco aparece como el camino providencial para la renovación de la Iglesia universal. Las CEBs son su testimonio vivo.
Confirmémonos en este camino esperanzado para ser los testigos de un Iglesia renovada que responda a los actuales desafíos en fidelidad creativa a Jesús de Nazaret y a las primeras Comunidades cristianas. Necesitaremos
la gran ayuda del Espíritu Santo en este nuevo caminar eclesial abierto por las CEBs en los tiempos actuales y confirmado por el papa Francisco.