El G-20, El G-21 y El G-192
Fidel Castro
Cubadebate
Como si no existiesen suficientes causas para enloquecer, la proliferación de siglas con motivo de la crisis se multiplica de tal modo, que nadie acaba de entenderlas. La primera fue la del G-20, grupo selecto que en Washington pretendió representar a todos; la segunda, el grupo también selecto de APEC que se reunió en Lima; ahí estaban presentes el país más rico, Estados Unidos, en el número uno, con un PIB per cápita de 45 mil dólares por año, y el que ocupa alrededor del número 100, la República Popular China, con 2 483, el mayor inversor en Bonos del Tesoro de aquel país.
El G-192 es como el presidente Leonel Fernández, de la República Dominicana, que no está en ninguno de los dos, denomina a tal grupo, aludiendo a la cifra de miembros de las Naciones Unidas en una conferencia económica con la participación de Joseph Stiglitz, Premio Nóbel de esa ciencia.
George Soros, gran magnate de origen húngaro y ciudadano norteamericano inmensamente rico, escuchaba entre otras importantes personalidades.
Es tarea de ajedrecistas desentrañar los argumentos de tan diversos intereses nacionales y empresariales de los grupos G-20 y G-21.
Lo real es que, si un país del Tercer Mundo suscribe a la vez acuerdos de libre comercio con ocho o diez países desarrollados o emergentes, entre los cuales algunos se caracterizan por ser productores tradicionales de mercancías abundantes y atractivas a bajo costo o productos industriales sofisticados, como Estados Unidos, Canadá, Japón, Corea del Sur, etcétera, la naciente industria de un país en desarrollo tendrá que competir con los sofisticados productos que salen de la industria de los más desarrollados o de las manos laboriosas de sus poderosos socios, uno de los cuales maneja a su antojo las finanzas mundiales.
Les correspondería sólo el papel de productores de materias primas baratas requeridas de grandes inversiones que serán en todo caso propiedad extranjera con plenas garantías contra veleidades nacionalizadoras. No les quedaría más que las manos extendidas esperando el piadoso apoyo al desarrollo, y una eterna deuda a pagar con el sudor de sus hijos. ¿No es acaso lo mismo que ha ocurrido hasta hoy?
Por ello no vacilo en solidarizarme con la posición de Chávez, cuando afirma que no está de acuerdo con la receta de Lima. Sobran razones. Observemos el desarrollo de los acontecimientos, exigiendo derechos sin ponernos de rodillas.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=76507&titular=el-g-20-el-g-21-y-el-g-192-
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RUMBO AL G 192
Montevideo, 6 de diciembre de 2008 ? Gabriel Sánchez
La doctrina de la famosa frase Nº 12 del comunicado del G 20 ?12. Admitimos que estas reformas sólo tendrán éxito si se basan en un compromiso con los principios del libre mercado, incluyendo el imperio de la ley, respeto a la propiedad privada, inversión y comercio libre, mercados competitivos y eficientes??, se intenta concretar en la reunión de Lima, en el fondo, lo que pasa es que lo más poderoso quiere salvaguardar sus economías y la única forma, es mantener una férrea ?regulación?? , que eviten le salgan competidores indeseables??
El papel de los países esta asignado y Latinoamérica, salvo Brasil en alguna medida, se deben contentar con ser productores de materia prima barata??
En buen romance a China y a EE.UU.??lo que les importa hoy es disciplinarnos, para que no nos salgamos de nuestro papel de proveedor de materias primas, que permitamos que sus libres capitales se adueñen de nuestra riqueza y para mejorar nuestro desarrollo, compremos sus productos de bajo costo??
Si quisiéramos ser obediente, nuestras economías, nuestra democracia y finalmente nuestra población, se ira tragado por el estomago grande de los países grandes??
Se debe resistir esa imposición se debe de tratar de crear mercados alternativos con reglas de valor y producción diferentes??se debe nacionalizar los recursos naturales, esta es una condición esencial para sobrevivir, lo que si se debe regular estrictamente son el funcionamiento de capitales foráneos, se debe crear un serie de normas internacionales sobre el impacto ambiental??Y finalmente cara a los países más ricos debemos proteger nuestra producción nacional, tal como ellos lo han hecho descartando de plano el TLC y el tratado tal cuál esta propuesto con Europa??
Es hora de que nos hagamos fuertes, pero el paso previo necesario, es el lograr un proyecto alternativo, socialista y Latinoamericano??La fuerzas de nuestra capacidad de compra, nos coloca si la sabemos utilizar en una posición ventajosa, pero para lograr algo, deberemos ir a contracorriente de las orientaciones del G20??
Parece que por ahora las únicas voces que se resiste viene del norte de la América del Sur, los demás países ricos y emergentes (con inclusión de Brasil), parecen dispuestos a defender sus intereses, que en todo caso, tal como están planteados van directamente en contra de los nuestros??Es hora que despertemos y seamos capaces de ver que somos el granero del mundo??y que la única forma de gozar de nuestra propia riqueza es no entregándola al capital trasnacional.-
??nuestros ojos libres hoy son capaces de ver lo que ayer nuestra condición de esclavos coloniales nos impedía observar: que la «civilización occidental» esconde bajo su vistosa fachada un cuadro de hienas y chacales. Comandante Ernesto Guevara
– Discurso en la ONU, 1964