La medida adoptada por el gobierno a primeros de octubre del pasado año, suprimir el francés como lengua de enseñanza sustituyéndola por el inglés, es una reforma improvisada que va a ser puesta en práctica este 2009.
Habrá una enseñanza a doble turno en las escuelas oficiales y libres concertadas. Un grupo de alumnos por la mañana y otro grupo por la tarde. La ratio maestro/alumnos será de 40 a 49 alumnos por grupo. Habrá una reducción de materias enseñadas y una especialización de los docentes. Hasta tercero de primaria las asignaturas se reducirán de 9 a 4, esto es: Inglés, Kinyarwanda, Matemáticas y Conocimientos Generales. De 4º a 5º las materias se reducirán de 12 a 5: Inglés, Kinyarwanda, Matemáticas, Ciencia y Tecnología y Estudios Sociales.
En la enseñanza básica, no se enseñará francés, que será impartido en el segundo ciclo de secundaria, a razón de una hora semanal opcional: el alumno podrá elegir entre Francés, Swahili o Agricultura. En cuanto al inglés, será impartido desde 1º de primaria a razón de 5 horas semanales.
El reclutamiento de los docentes es otra de las prioridades de la reforma. El Gobierno se ha dirigido hacia África del este, anglófona, para reclutarlos. La cooperación internacional también ha contribuido: varias organizaciones de habla inglesa se han mostrado dispuestas a colaborar.
En 2010, las Matemáticas y las Ciencias serán impartidas en inglés en todas las escuelas, sin excepción alguna. En 2011, la enseñanza en inglés será generalizada en todas las escuelas.
Una enseñanza a doble velocidad
En Ruanda hay muchas escuelas privadas, tanto primarias como secundarias y superiores. La mayoría, en las ciudades, ya imparten clases en inglés. Sólo la mayor parte de las escuelas rurales estarán concernidas por esta reforma. A no ser que sea gracias a una varita mágica, un niño no podrá asimilar las enseñanzas en una lengua que no domina. Hubiera sido necesario extender la medida en un periodo de al menos 5 años. Hoy es un embrollo total. Habrá promociones sacrificadas.
Por otra parte, esta reforma oculta mal una segregación que no se atreve a decir su nombre: los concursos de acceso a secundaria o de secundaria a enseñanza superior, serán pronto en inglés. Los % de éxito serán más elevados entre los hijos de los ricos, que tienen el inglés como lengua de enseñanza desde 1994. Esta reforma improvisada, pone en peligro a una buena parte de la juventud ruandesa y puede dejar sin trabajo a muchos maestros de escuelas rurales.
No es inútil añadir que estos “reformadores” se ríen de todos. Los que no tienen hijos en escuelas anglófonas los han enviado a seguir estudios fuera (en Sudáfrica, Canadá, USA…) y no quedarán afectados por los efectos perversos de esta reforma.
Síntesis de un artículo de Gaspard Musabyimana, 13/01/2009