El cardenal de Madrid podría renunciar a ser presidente del Episcopado en la votación de sondeo
A una semana de las elecciones en la Conferencia Episcopal, la sorpresa podría estar a punto de caer. El cardenal de Madrid y máximo candidato a la presidencia, Antonio María Rouco Varela, podría estar sopesando la posibilidad de no aceptar este cargo, y pedir a los obispos el voto para el actual presidente, Ricardo Blázquez, o bien apostar por una ?tercera vía??, que podría estar representada en los arzobispos Carlos Osoro (Oviedo) y Julián Barrio (Santiago).
La más que probable victoria socialista y la escalada de la tensión en las relaciones Iglesia-Gobierno, así como cuestiones personales, podrían llevar al cardenal de Madrid a autoexcluirse en la votación de sondeo, que tendrá lugar el 3 de marzo por la tarde. Al día siguiente, quien consiga la mayoría absoluta se convertirá en presidente del Episcopado.
Dentro de una semana, 66 obispos residenciales, otros 10 auxiliares, así como el administrador apostólico de de Osma-Soria, David Gonzalo Millán, y el ordinario castrense, Ángel Cordero, procederán a la elección de la cúpula de la Casa de la Iglesia para los próximos tres años.
Desde hace meses, los obispos españoles viven en un estado de ?precampaña?? muy similar al demostrado por nuestros políticos. Ambas elecciones (a la Conferencia y al Gobierno) coinciden en la misma semana, y no es de extrañar que los obispos puedan sentirse influenciados por los previsibles resultados en las generales del 9-M.
A día de hoy, todas las quinielas señalan al cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela, como nuevo presidente del Episcopado, tomándose así cumplida venganza de la derrota sufrida en 2005, cuando a punto estuvo de igualar el récord del histórico y añorado cardenal Tarancón y obtener un tercer mandato al frente de la Iglesia española.
Desde hace meses, Rouco y sus colaboradores han hecho lo indecible para demostrar quién manda en la Iglesia española: visitas continuas a Roma ?el cardenal de Madrid es el principal colaborador de Benedicto XVI en España-, invitaciones para que el Papa visite Madrid (la Jornada Mundial de la Juventud está al caer), grandes movilizaciones (la más significativa, la celebrada en la plaza de Colón el pasado 30 de diciembre) y, sobre todo, la sensación de que no había nada que escapara a los ojos del arzobispo de Madrid.
Los últimos nombramientos episcopales ?en especial los del ?jesuita?? Martínez Camino y de su sobrino, Alfonso Carrasco- no han hecho sino poner de manifiesto el poder de Rouco Varela. Del mismo modo, sus más inmediatos colaboradores han ejercido como ?muñidores?? de votos??. Aunque no es necesario, lo cierto es que el cardenal de Madrid tiene tras de sí a una gran mayoría de los prelados, con lo que no sería difícil para él ocupar la presidencia del Episcopado español. La pelota está en su tejado.
Votación de sondeo
Sin embargo, Rouco no lo tiene claro. Según han confirmado a RD fuentes episcopales de toda solvencia, el cardenal de Madrid ?sopesa renunciar a la posibilidad de ser elegido tras la votación de sondeo??. A día de hoy, y teniendo en cuenta que el voto es secreto y que, de hecho, los obispos sólo son iguales entre sí a la hora de votar ?y por tanto, pueden hacer favores o saldar cuentas-, el cardenal de Madrid podría contar con una cuarentena de votos. Blázquez, por su parte, podría recabar una treintena de afinidades. El cardenal Cañizares tendría, en esa votación de sondeo, seis o siete votos.
Si esto se da así, el cardenal de Madrid podría inclinarse a renunciar, incluso a pedir el voto para monseñor Blázquez. En los últimos meses, las difíciles relaciones entre ambos ?Rouco consideró una traición que el obispo de Bilbao aceptase el cargo y, de hecho, hasta el pasado mes de noviembre no acudió a ninguno de los discursos de apertura de la Plenaria del presidente- se han suavizado, e incluso han tenido algún encuentro privado.
Rouco sabe que, en caso de que Zapatero vuelva a ganar las elecciones, como parece, habría que evitar el enfrentamiento directo entre el líder de la Iglesia y el presidente del Gobierno. En este caso, nadie mejor como Blázquez para asegurar, junto al Nuncio de Su Santidad ?quien ha tenido mucho que ver en el acercamiento progresivo entre ambos-, que se mantenga abierto el cauce de diálogo con el Ejecutivo.
Roma o la ?tercera vía??
Además, ciertos rumores hablan de problemas de salud y ?bajón moral?? del cardenal de Madrid. En todo caso, la ?solución Blázquez?? sería bien vista por Rouco Varela, tanto por la ?puerta abierta?? al PSOE como por la tradición no escrita que asegura dos mandatos a los presidentes del Episcopado. Así, además, el cardenal de Madrid seguiría gozando de la libertad necesaria para posicionarse contra determinadas legislaciones sin colocar en una difícil tesitura a la Conferencia Episcopal ni a la Santa Sede, que desde hace tiempo busca templar los ánimos en las relaciones Iglesia-Estado en España.
Junto a la ?sorpresa?? que supondría la reelección de Blázquez, otras fuentes hablan de una ?tercera vía??, según la cual el cardenal de Madrid podría postular al arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro (miembro del Comité Ejecutivo) o, tal vez, al arzobispo de Santiago, Julián Barrio. Menos opciones tiene, a día de hoy, el cardenal Cañizares (quien curiosamente ha desaparecido en las últimas semanas).
Y, como solución salomónica en el caso de que, como prevén los Estatutos del Episcopado, no hubiera mayoría suficiente, se abre la puerta para el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo. Que, no lo descarten, al menos sí podría ser vicepresidente en el próximo trienio.