A ver si nos aclaramos, señor cardenal»Una cosa es hablar para profesores y políticos, y otra para el pueblo llano»José Ignacio Calleja, 24 de julio de 2010 a las 18:36
Rouco recuerda a los gobernantes que si no aplican la Ley del Aborto «tendrán que renunciar a sus cargos»
Le agradezco el desliz, pero por estas cosas la gente en la iglesia sufre el acoso de los que le obedecen a usted, y de Usted mismo.
A ver si nos aclaramos, Sr. Cardenal Rouco Varela, y nos dice cuándo habla como jurista, (al parecer, hoy), cuándo como maestro de moral natural y cuándo como teólogo. Parece que hay diferencias, según reconoce hoy. Y Usted, y el portavoz episcopal, Monseñor Camino, y la propia CEE, y sus campañas antiaborto, no las hacen.
Ustedes están diciendo de mil modos que el embrión es plena e incondicionalmente persona siempre, a la luz de la simple razón natural; por tanto, que el aborto es un asesinato cruel de inocentes en masa. Peor que el nazismo.
Y ahora, concluye, que «los gobernantes» tienen que obedecer esa ley, (según usted ha dicho en otros contextos), «manifiesta y absolutamente injusta e inhumana», y dice que «espera» que el Constitucional declare inconstitucionales «algunos aspectos».
No le entiendo. O mejor le entiendo muy bien, porque sincero, sincero, está siendo hoy. Luego, los malos de la película eclesial somos los moralistas que decimos, «si de verdad pensáis así, bajo cualquier supuesto, ¿cómo podéis aceptar lo que pasa en esa sociedad y acostaros en paz?»
En fin, ahora que sus hermanos en el episcopado se desviven por ver quién proclama la valoración moral más rotunda contra el aborto como asesinato cruel, incondiconalmente mal mayor y siempre, ¡con lo fácil que es decir lo fundamental y razonarlo bien, a la luz de la fe y de la razón!, hágales este distingo de hoy: la ley positiva, ley natural y fe en el Dios de la Vida, y dígales que se extraen consecuencias y exigencias, no contrarias, pero sí diversas.
Le agradezco el desliz, pero por estas cosas la gente en la iglesia sufre el acoso de los que le obedecen a usted, y de Usted mismo. Y va Usted, y los deja en la cuneta con las distinciones.
Ya entiendo lo que pasa. Una cosa es hablar para profesores y políticos, y otra para el pueblo llano. A aquéllos, las diferencias entre ley positiva, ley natural, y fe en el Dios de la Vida; a éstos, el fundamentalismo moral, para evitar problemas y dudas.
¡Qué vueltas da la vida si tienes paciencia! Y es que la verdad, la dura verdad buscada a la medida de los humanos, y mejor si es iluminada por la fe, la dura verdad, siempre sale a flote. Paz y bien.