Da igual uno que otro. Están todos los días en los medios atacando al Gobierno. Parece que se ponen de acuerdo y se reparten ?los papeles??. Parece que no hay más obispos en España que ellos. Bueno sí, también aparece mucho en los medios el portavoz de la Conferencia Episcopal, el jesuita Martínez Camino. Ellos forman un buen trío. Siempre están en el candelero, opinando y hablando una y otra vez contra las leyes del actual Gobierno.
Recientemente ha sido el obispo de Huesca-Jaca quien lo ha hecho muy duramente y ha obligado a que le conteste el Presidente de Aragón a quien ?le ha sorprendido el compromiso político tan intenso de un obispo??.
Y hoy mismo también lo han hecho las Comunidades Cristianas Populares de Zaragoza que , con razón, como muchos de nosotros, se sienten insultadas por sus palabras partidistas impropias de un obispo.
Rouco Varela ataca muy duramente a la actual asignatura Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos diciendo que el Estado no puede imponer un modelo Educativo, porque ello supondría una ?inaceptable intromisión??. ¿Tendría que aceptar el Estado el modelo educativo que le guste a los obispos?
Cañizares considera que el país está sumido en un estado de ?destrucción?? y que la política que se está llevando en España es ?suicida??.
Y Martínez Camino habla del derecho de los padres a la objeción de conciencia a la nueva asignatura. Y todos ellos se asustan por tener que vivir en una Sociedad laica y no confesional.
Uno se pregunta si todos los obispos piensan igual. Por qué apenas tiene protagonismo el Presidente de la Conferencia Episcopal Monseñor Blázquez que parece que no existe. Por qué no aparecen más en los medios otros obispos más sensatos y menos extremistas. Todo el protagonismo es para el sector más duro y conservador del episcopado que los tres Antonios representan .
Creo que ya es hora de que los obispos tomen conciencia de que no pueden seguir dando esta imagen tan partidista, tan beligerante, siempre al lado de la Derecha.
Que no se les olvide que hay centenares de miles, millones, de votantes de izquierda que se consideran católicos. Y que ellos deben ser obispos de todos, no de unos pocos.
Porque el daño que están haciendo es enorme y están provocando sistemáticamente el rechazo de muchísimas personas para quienes la voz de los obispos han perdido hace ya tiempo toda la credibilidad.
Todo esto agravado porque los vientos que llegan desde Roma no hacen más que ahondar en este abismo tremendo entre los sectores integristas y conservadores que representa la Curia Romana y Benedicto XVI y los sectores progresistas de la Iglesia. Todo sigue igual en las cuestiones morales : el tema de los divorciados, el celibato obligatorio incluso la vuelta del latín a las misas . Mientras, la Teología de la Liberación que representa Jon Sobrino vuelve a ser condenada.
Y es que Benedicto XVI vuelve a ser ese Cardenal Ratzinger que condenó a más de 600 teólogos de signo aperturista mientras fue el Presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Mal futuro para la Iglesia.