Rinden homenaje al obispo Samuel Ruiz por los 50 años de su ordenación

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Religión Digital

(RD/efe).-La diócesis de San Cristóbal de las Casas comenzó hoy las celebraciones jubilares al cumplirse 50 años de la ordenación del obispo Samuel Ruiz, quien fue un eje central en los acuerdos de paz entre la guerrilla y el Gobierno mexicano en Chiapas.»Las bodas de oro episcopales de nuestro obispo emérito, merecen un año jubilar pues es justo y necesario dar gracias a nuestro Padre Dios por el don de su vida y de su entrega generosa al servicio de este pueblo», informó el obispo titular de la diócesis Felipe Arizmendi Esquivel.

Los festejos que se realizarán en distintas partes del país durante los próximos doce meses, comenzaron con una misa celebrada por Monseñor Ruiz García, con un lleno completo en la Catedral con la presencia de representantes de los 48 municipios que abarca la diócesis.

El obispo recordó en su homilía que en los 40 años al frente de la diócesis «hubo acontecimientos que tuvieron una grande y honda repercusión» y se dieron cambios «necesarios con la presencia de la iglesia».

Explicó que un hecho que marcó su vocación episcopal fue «descubrir y ver de cerca la marginación de una cantidad de comunidades ante una situación de dominación generalizada».

Expresó su satisfacción de haber visto de cerca los hechos que le tocó vivir «aun aquellos que pudieran parecer negativos como el levantamiento armado en 1994, como consecuencia de la represión de la cual fueron objeto las comunidades indígenas y derivó en una conciencia generalizada de una demanda de justicia».

El 1 de enero de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se levantó en armas y tomó las cinco cabeceras de cinco municipios de Chiapas, sin embargo tras 10 días de enfrentamientos que dejaron casi dos centenares de muertos, el gobierno decretó el alto al fuego.

Más tarde se inició un proceso de diálogo a través de la Comisión Nacional de Intermediación, que encabezó Samuel Ruiz, y que ayudó a que se firmaran los acuerdos de San Andrés Larraínzar en 1996, los cuales permitieron una reforma constitucional para responder a las demandas indígenas.

El obispo emérito, vive en Querétaro, tiene 84 años,y estuvo a cargo de la diócesis de San Cristóbal desde 1960 al 2000 cuando se jubiló tras cumplir 75 años de edad.

En 1994 fue mediador en los diálogos del gobierno mexicano y la guerrilla de zapatista.

A lo largo de su vida a recibido innumerables reconocimientos por su compromiso social con las comunidades de Chiapas, entre estos el Premio Simón Bolívar, concedido por la UNESCO «por su especial compromiso personal y su papel en tanto que mediador, contribuyendo así a la paz y al respeto de la dignidad de las minorías», en 2000.

Desde mayo de 2008 forma parte de una comisión reconocida por el gobierno mexicano para intervenir en la busqueda de dos militantes desaparecidos del Ejército Popular Revolucionario.