Hace tiempo que la política ya no la hacen los políticos sino los gabinetes de comunicación que cada mañana marcan ?el discurso?? que después los políticos se encargan de repetir disciplinadamente. El buen político ya no es el más brillante, el que más pensamiento propio tiene, el que es capaz de aportar soluciones a problemas nuevos y viejos. Ahora el buen político es quien mejor se ciñe al ?discurso?? guionizado, repito, casi diariamente, a la manera de un manual de instrucciones o conjunto de eslóganes que ya no significan nada: cuando se pregunte esto, responda esto; si el otro le recuerda esto, hable de aquello, en caso de duda vuelva al discurso y a las palabras marcadas en rojo?? Y así una y otra vez, están matando el lenguaje y están matando la política. ··· Ver noticia ···
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