Reflexión y Liberación
Los minutos antes de la aparición del Papa León XIV en el balcón de Vaticano fueron impresionantes.
Más todavía fueron los aplausos y las caras de gozo de la multitud católica que sin conocer mucho el elegido, exultan de alegría. La sola explicación es la felicidad del cumplimiento de la promesa de Jesús de acompañarnos hasta el fin del mundo. Dios es fiel y nos deja un sucesor de Pedro más para encabezar la Iglesia. Ver noticia original en …