REPRESI?N VIOLENTA DEL GOBIERNO MEXICANO EN OAXACA

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Adital

Los gobiernos del presidente Vicente Fox y del gobernador Ulises Ruiz decidieron utilizar la fuerza policial para acabar con las movilizaciones en el Estado de Oaxaca, que piden la salida de Ruiz del poder. Según la Asamblea Popular del Pueblo de Oaxaca (APPO) Fox ordenó que las fuerzas federales ocuparan el Estado oaxaqueño, uno de los lugares más rebeldes de la Latinoamérica insurgente. APPO sigue afirmando que «no retrocederemos en ningún punto, responderemos organizadamente cualquier agresión.»

Desde junio el pueblo de Oaxaca protagoniza una insurrección originada por huelgas docentes, que luego derivó en el pedido de renuncia al gobernador Ulises Ruiz y la auto proclamación de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca como su único representante. La entidad denuncia que paramilitares al servicio del gobernador Ruiz, del Partido Ravolucionario Institucional, atacaron a tiros a manifestantes de la APPO, resultando en cuatro personas muertas, entre ellos un camarógrafo de la agencia Indymedia Nueva York, Will Bradley Roland. Además de 23 heridos. Esto sólo en los dos primeros días de la represión gubernamental, viernes y sábado, 27 y 28 de octubre.

APPO informa que continuos vuelos han llegado al Aeropuerto de la Ciudad de Oaxaca, cientos de integrantes de la PFP se encuentran ya en la Ciudad, otros mas según reportes se trasladan por la carretera federal Cuacnopalan. Para la entidad Fox como lo había dicho, buscara darle a Oaxaca, la misma solución que le dio a Atenco, la misma solución que le dio a Sicartsa, que esta tratando de darle al EZLN, o sea la represión y la muerte. En lugar de castigar a los culpables de las agresiones y asesinatos en Oaxaca, envía la PFP para reprimir al pueblo de Oaxaca.

Según informaciones de la prensa en cinco acciones simultáneas, las policías ministerial y preventiva, respaldadas por presuntos militantes del PRI, atacaron el viernes a balazos barricadas de APPO, en acciones donde resultaron muertos el camarógrafo neoyorquino Bradley Roland Will, quien recibió dos impactos de R-15, el profesor Emilio Alonso Fabián, de la delegación de los Loxicha, y el comunero Esteba Ruiz, además de 23 personas heridas por arma de fuego.

Las acciones represivas de los gobiernos se dieron a causa de la convocatoria de APPO, en el marco del paro cívico convocado para viernes. Miles de ciudadanos salieron a manifestarse a las calles de la ciudad y 3 mil barricadas se instalaron por 24 horas consecutivas. Al mismo tiempo en todas las regiones del Estado se iniciaron los bloqueos carreteros, asimismo en la ciudad de México se inicio la huelga de hambre total de 12 horas y el bloqueo al eje central.

LA APPO hace el llamado al pueblo de Oaxaca a volcarse a fortalecer las barricadas. «Ni un paso atrás, no retrocederemos en ningún punto, responderemos organizadamente cualquier agresión. extrememos todas las medidas de seguridad, esta agresión es parte de la escalada de violencia que el gobernador ha empezado a implementar».

APPO responsabiliza de las agresiones a Ulises Ruiz Ortiz, Bulmaro Rito Salinas (presidente de la Cámara de Diputados local), Heliodoro Díaz Escarraga (secretario general de Gobierno, experto en contrainsurgencia y entrenado por la CIA), Lino Celaya Luria (secretario de Protección Ciudadana), así como al Partido Revolucionario Institucional de ser los autores intelectuales y materiales de los asesinatos y agresiones.

La dirigencia del movimiento ciudadano reportó la desaparición de al menos 50 profesores que mantenían el bloqueo en las oficinas donde despachaba Ruiz Ortiz, y responsabilizó de la agresión armada a Elpidio Concha Arellano, dirigente estatal de la Confederación Nacional Campesina (CNC) y ex diputado federal, y a los alcaldes de Santa Lucía del Camino, Manuel Martínez, y de Santa María, Jorge Pablo.

Ante la gravedad de los hechos, el movimiento social determinó reforzar las barricadas, sobre todo porque se confirmó que el operativo también abarcaría una incursión en el centro histórico, así como detenciones de dirigentes por parte de la Agencia Federal de Investigación (AFI), que envió un avión con 100 agentes que están acantonados en el hangar de gobierno. Las zonas donde se ejerció mayor violencia fueron las de Santa Lucía del Camino y La Experimental.

La Caravana de la Muerte, como la bautizaron reporteros de Radio Universidad, también atacó radios. Esta emisora denunció además que el gobierno interfirió su señal, mientras que Radio APPO pidió que se boicotee a TELMEX, dado que canceló la línea telefónica con la que estaban comunicándose.

APPO advirtió que no entregará esta ciudad capital, como lo solicitó la Secretaría de Gobernación (Segob) y rechazó la presencia de la Policía Federal Preventiva en la entidad. En conferencia de prensa en el kiosco del centro histórico, el vocero de la APPO, Florentino López Martínez, dijo que la plenaria que mantiene la corganización en Oaxaca decidió solicitar una mesa de diálogo «sin condiciones» con la Segob, a fin de encontrar solución a sus demandas, entre las que destaca la renuncia del gobernador Ulises Ruiz. LA APPO pide a sus militantes que no están en barricadas que se amurallen en el Zocalo de la ciudad para que en caso de represión, se defienda ese lugar hasta el final.

Los manifestantes informan que finalmente en este domingo, 29, entraron los sicarios de Fox y de Ruiz a Oaxaca. La llamada Policia Federal Preventiva, con helicópteros, tanquetas, topadoras y la infantería. En la nueva embestida cayeron baleados dos nuevos militantes populares (el viernes habian sido asesinados otros cuatro). Cayó también la transmisión de Radio Universidad (la voz de APPO). Los dirigentes Gustavo Adolfo López y el vocero Florentino López identificaron a las víctimas como Roberto López Hernández y Jorge Alberto Beltrán.

Además medio centenar de opositores al gobierno de Oaxaca fueron detenidos, en el primer saldo que ha dejado el operativo federal que en ese estado del sur de México. La Policía Federal Preventiva (PFP) ha recuperado la alcaldía, la Secretaría de Finanzas y la sede de la policía municipal. Estos edificios gubernamentales permanecían en poder de la organización popular.