Que la asignatura de religión deje de formar parte del currículo de Primaria, Secundaria y Bachillerato es hoy una necesidad. Ya no se trata únicamente, de defender la aconfesionalidad del Estado eliminando cualquier tipo de enseñanza religiosa de la educación pública española.
Hoy en día nos faltan horas de matemáticas y ciencias, de lenguas y filosofía, de educación física y artística. La solución no pasa por aumentar el horario lectivo de los alumnos, los saturaríamos. De lo que se trata es de conseguir que la jornada lectiva sea lo más productiva posible. No podemos seguir permitiendo que la asignatura de religión impida a nuestros hijos avanzar en el currículo. De hecho, todos aquellos que no optan por religión no pueden avanzar materia de otras áreas obligatorias en el horario de dicha asignatura. Es el momento de dar un paso hacia delante y eliminar la religión de la educación pública. Ya no tiene sentido. No se justifica desde ningún punto de vista.
Los valores cristianos son valores universales que están perfectamente integrados en el currículo a través de los temas transversales y de la nueva asignatura de Educación para la Ciudadanía, asignatura obligatoria para todo el alumnado de Secundaria y Bachillerato.