Enviado a la página web de Redes Cristianas
Dice el presidente, Mariano Rajoy, que el año que viene será el año de la recuperación. ¿Recuperación? Yo no sé a qué recuperación se referirá, porque lo que es la económica y social, por más que miro a mi alrededor, no la veo por ninguna parte. Lo que si constato a diario, cuando voy por la calle, es que ya casi hay tanta gente levantando la tapa de los contenedores para coger basura como para tirarla.
De modo que hablar de recuperación me parece una inmoralidad y, para mucha gente, un insulto. En todo caso, y aunque no le guste, señor presidente del Gobierno, podríamos hablar de la tristeza de una ciudadanía asustada e intimidada por la medidas regresivas y restrictivas en todos los órdenes que usted ha promovido o, si lo prefiere, hablamos de los tres millones de personas que, según Cáritas, viven en situación de pobreza severa, que malviven en la pobreza extrema dependientes de ayudas y beneficencia.
También podemos hablar, señor Rajoy, de los seis millones de parados, de los cuales, alrededor de un millón ha sido generado desde que usted gobierna, a pesar de habernos prometido que, cuando usted gobernara, bajaría el paro. Podemos hablar, si no le molesta, de la dolorosa realidad de nuestros jóvenes, que por no tener trabajo o ser este muy precario, no pueden emanciparse u optan por irse al extranjero a buscarse la vida. Podemos hablar, si no le importa, del salario mínimo, que ya era minúsculo y usted, paradójicamente, lo ha congelado el mismo día que eligió para contarnos el cuento de la lechera. ¡Un poco de respeto, por favor!
. Valladolid