Umoya
INFORMACIÓN ALTERNATIVA DE AFRICA NEGRA – Nº 1 – 2012
Como estaba previsto, el 28 de noviembre de 2011, han tenido lugar las elecciones presidenciales. Joseph Kabila Kabange, de 40 años, ha sido reelegido presidente para un nuevo mandato de 5 años.
La participación ha sido del 58,81%.
Los Comités de Solidaridad con África Negra enviaron dos observadores, Alicia Martinicorena y Ramón Arozarena, que se unieron a la Organización Europa África Central (EurAc) para cubrir determinados lugares. Estuvieron en Bunia, al norte del país. A su regreso nos han hecho partícipes de sus reflexiones, comentarios y conclusiones. Transcribimos una pequeña síntesis.
REFLEXIONES
Es evidente que la celebración de unas elecciones no significa necesariamente que la democracia y la cultura democrática hayan echado raíces en una sociedad, pero sin elecciones difícilmente puede hablarse de democracia. El reto de estas segundas elecciones en RDC, tras el éxito de las de 2006, era consolidar y perfeccionar este instrumento democrático, esto es, integrar la participación electoral y cívica en la cultura. No estamos nada convencidos de que este objetivo haya sido alcanzado.
El hecho de que estas segundas elecciones hayan sido organizadas casi exclusivamente por los propios congoleños sin un apoyo importante del exterior, nos ha parecido muy positivo y debe ponerse de relieve, pero las deficiencias han sido considerables y, en consecuencia, la desconfianza en las instituciones que surjan pueden aumentar en vez de disminuir.
ELECCIONES 2011 VERSUS 2006
Nos ha parecido que el entusiasmo popular de 2006 ha bajado fuertemente, pero la gente ha votado, creemos, en gran número y eso hay que destacarlo.
Hemos notado que la sensibilización previa ha sido menos intensa que en 2006.
Hemos constatado, en la zona donde hemos estado, un importante descenso de los apoyos populares al presidente saliente, Kabila.
Hemos visto con claridad que la gente está tan cansada de violencias y conflictos sangrientos que está dispuesta a aceptar cualquier resultado electoral a cambio de tranquilidad.
IMPOSICIONES DE LA REALIDAD CONGOLEÑA
No puede juzgarse lo que ha sucedido en las elecciones sin tener en cuenta realidades objetivas que condicionan cualquier actividad. Nos referimos a la inmensidad del territorio congoleño, la ausencia de infraestructuras de comunicación, la dificultad gigantesca de acceso a determinadas zonas, la falta de medios para garantizar una «logística» medianamente eficaz, etc…
El aumento del censo de electores, de 25 a 32 millones, ha llevado a redistribuir las listas en los colegios electorales, sin informar a los afectados, lo que ha generado confusión y abstención; el material electoral no ha llegado o ha llegado tardíamente a algunas zonas del interior y un largo etc. de deficiencias organizativas.
Por otra parte, el sistema electoral mismo, las listas abiertas, fomenta que haya muchos candidatos; ello puede ser considerado como positivo pero, por otro lado produce cierto caos y una dificultad cierta para el elector, que se encuentra ante enorme boletines/papeletas de voto (…)
CONCLUSIÓN:
Dicho cuanto antecede, y a tenor de lo que hemos observado y constatado, consideramos estas elecciones del 28 de noviembre en RDC como VÁLIDAS; opinamos honestamente que han permitido, a pesar de las irregularidades y defectos señalados, elegir en un contexto de libertad, transparencia y calma, a sus dirigentes.
A medida que han ido pasando los días después de las elecciones la situación está siendo de una gran inseguridad e incluso violencia. Asesinatos, heridos y decenas de detenciones se han dado en muchos lugares y especialmente en Kinshasa.
Además en el este del país continúa la misma inseguridad y violencia que no se debe al resultado de las elecciones sino a múltiples acciones de los diferentes grupos de milicias, causando enfrentamientos militares, pillajes, incendios, violaciones y desplazamientos de la población civil que se cuentan por millares y que no tienen ninguna asistencia humanitaria.