Enviado a la página web de Redes Cristianas
No entiendo por qué, cada vez que el ministro Garzón hace unas recomendaciones o declaraciones saludables y sostenibles como corresponde a su ministerio, hay tanta gente dispuesta a lapidarlo para luego comérselo como a un chuletón al punto.
¿Qué mal hace este hombre advirtiéndonos de que el consumo excesivo de carne es malo para nuestra salud y para la del planeta? ¿Qué mal hace cuando opina que las macrogranjas son un disparate medio ambiental y quizá la peor forma de producir carne de calidad?
Es triste que, por rédito político o económico, se llegue a levantar tanta polvareda tergiversando los hechos, en lugar de participar en un debate más sereno y fecundo. Pero es más triste, si cabe, que desde el PSOE no hayan arropado al ministro o, peor aún, que alguno de sus miembros destacados haya pedido su dimisión.
/ Antoñán del Valle (León)