Tiempo de Hablar-Tiempo de Actuar
«IMPOSIBLE SOBREVIVIR SIN UNA ?TICA MUNDIAL»
Una de las aventuras más apasionantes del nuevo milenio es la gran apuesta ética de Hans Küng y su proyecto de ética mundial. ?ste viaje por los mares de la ética lo ha recogido en un breve volumen de la editorial Trotta que recomiendo como bibliografía básica en este tema tan central y necesario hoy en día.
Los acontecimientos sucedidos durante los últimos años han permitido ver con claridad que el mundo en que vivimos no conservará posibilidades de sobrevivir mientras sigan existiendo espacios para éticas diversas, opuestas o antagónicas. Un mundo único necesita un talante ético fundamental; esta sociedad mundial única no necesita, ciertamente, una religión o una ideología unitarias, pero sí alguna clase de normas, valores, ideales y fines obligatorios y obligantes.
No hay pez religiosa sin un diálogo entre religiones
No hay supervivencia sin una ética planetaria.
No hay Paz mundial sin paz religiosa.
Sin un talante ético mundial, no hay orden mundial al ser el presupuesto de toda cultura la aceptación ética de las leyes; el ser humano no va a mejorar mediante el creciente recurso a leyes y preceptos y tampoco por meros procedimientos psicológicos o sociológicos. La constante creación de nuevas leyes, de poco sirve si una gran parte de ciudadanos no piensa lo más mínimo en aceptarlas.
«Quid leges sine moribus?» (De qué sirven las Leyes sin costumbres?). Además existe un hecho que no podemos ignorar: el templo del progreso tecnológico se ha acelerado tan drásticamente que corre constantemente el peligro de superar a la organización política, cuya legislación va con la lengua fuera persiguiendo al desarrollo tecnológico; hasta ahora , la ética, casi siempre ha llegado demasiado tarde; la pregunta por la licitud surge después de haber pasado ya los hechos, la reflexión sobre lo que es lícito ha de preceder a la realización de lo que es factible, no limitarse a ser una reflexión sobre la crisis sino contribuir a una profilaxis de las crisis. Necesitamos una ética preventiva.
El cambio de paradigma no significa necesariamente destrucción de valores, sino más bien un cambio de valores:
-De una ciencia amoral a una ciencia éticamente responsable.
-De una tecnocracia dominadora del ser humano a una tecnología al servicio de una persona más humana.
-De una industria de impacto medioambiental a una industria que, de acuerdo con la naturaleza, fomente los auténticos intereses y necesidades del ser humano.
-De una democracia jurídico formal a una democracia viva que garantice la libertad y la justicia.
Actualmente existe una ética del éxito que considera bueno todo lo que funciona, proporciona beneficios, poder o placer; también contamos con una ?tica de intenciones cuya orientación hacia una idea de los valores (justicia, amor, verdad) la inclina a interesarse por una motivación puramente interna de la acción, eliminando cualquier preocupación por las consecuencias de una decisión o actuación, por la situación concreta, con sus exigencias y repercusiones.
Tal absolutismo ético es peligrosamente ahistórico, es apolítico pero si puede, dado el caso, justificar incluso el terrorismo por motivos ideológicos. Por tanto debemos llegar a una ética de responsabilidad en el sentido propuesto por Max Weber, es decir, sin una ética ideológica, la ética de responsabilidad degeneraría en una neutra ética del éxito, para la que cualquier medio es bueno en función de los fines. Y sin una ética de responsabilidad, la ética ideológica se quedaría en mera autojustificación de la propia subjetividad. Según ésta ética de responsabilidad el mensaje para el tercer milenio se podría concretar en Responsabilidad de la comunidad mundial con respecto a su propio futuro.
Responsabilidad para con el ámbito común y el medio ambiente y en
Responsabilidad también para con el mundo futuro.
Los responsables de las diferentes regiones, religiones e idelogías han de aprender a pensar y actuar desde contextos globales. Se impone con más urgencia la cuestión cardinal de la ética:
+¿Bajo qué condiciones fundamentales podemos sobrevivir con una vida humana en una tierra habitable, programando humanamente nuestra vida individual y social?
+¿Qué presupuestos son necesarios para salvar la civilización humana en este tercer milenio?
+¿A qué principio básico habrán de atenerse los responsables de la política, de la economía, la ciencia y la religión?
+¿Qué se requiere para que el hombre concreto alcance una existencia plenamente realizada?
OBJETIVO Y CRITERIO DE LA ?TICA : ¡EL SER HUMANO!
El hombre y la mujer ha de ser más de lo que es: ha de ser más humano. Es bueno para el ser humano lo que preserva, fomenta y realiza su humanidad.
El hombre no podrá convertirse en simple medio. Tendrá que seguir siendo siempre objetivo último, finalidad y criterio decisivo. Dinero y capital, lo mismo que el trabajo son medios, lo mismo que la ciencia, la técnica y la industria; de ningún modo pueden considerarse neutrales o inocentes sino que deberán ser valorados y utilizados en la medida en que sirvan al desarrollo del hombre y de la mujer.
«El factor humano es el elemento central, impulsor o moderador, tanto del acontecer global como del particular» (R.Müller)
De todo ello se desprende una exigencia programática de nuestro gran viaje «la ética, que la modernidad consideró cada vez más como cosa privada, vuelve a convertirse, en la posmodernidad –por el bien del hombre y la supervivencia de la humanidad– en un asunto público de primer orden.»
Es necesario ser responsables si no queremos que el mundo entre en un declive que ya no tendrá salvación, todo esto supone lo siguiente:
Que es necesaria una ética mundial
Que los acuerdos comunes sustentados en el diálogo y en el respeto funcionan como un saber orientativo que nos permite capacitarnos adecuadamente para aplicar la responsabilidad en nuestros actos
Partir de principios mínimos nos abre un horizonte de diálogo que no irrumpe con la libertad de elección
La responsabilidad con el otro, con el futuro y con el mundo es actuar más allá de todo acto inmediato, es decir, es realmente actuar
La persona no es un medio, es un fin, es decir, que si ha podido originar tantos males en el mundo puede a su vez originar bienestar y salud social