Enviado a la página web de Redes Cristianas
Para poner en práctica, sin tener que esperar al final del Sínodo 2021-2023
?Dirigidas principalmente al obispo ya los rectores, así como al pueblo cristiano esperanzado?
La Iglesia, formada por todos los bautizados, más que para salvar su estructura, debe comunicar la BUENA NUEVA, practicando el talante democrático de las primeras comunidades: ?Hermanos, escoged entre vosotros a siete hombres de buena reputación, llenos de Espíritu Santo y de sabiduría, y les encargaremos esta tarea…?
(Hechos de los Apóstoles 6,3).
Por eso, con sincero amor a la Iglesia, en espera de cambios renovadores,
PEDIMOS:
1. La sensibilidad democrática debe manifestarse a la hora de distribuir responsabilidades: la elección de los miembros de los distintos organismo eclesiales debe hacerse de abajo a arriba, y no al revés.
2. Cada parroquia debe tener un responsable con maña, hombre o mujer, presbítero, diácono, laico o laica y un consejo parroquial deliberativo que informe a todos sus miembros y eleve los acuerdos al obispado.
3. Deben organizarse encuentros periódicos a nivel diocesano con representantes de parroquias y comunidades diversas ?con diálogo práctico, abierto y sincero? sobre necesidades, proyectos problemas y soluciones de cada ámbito. También se realizarán asambleas diocesanas y parroquiales sobre temas administrativos y económicos, y
se dará publicidad de los resultados.
4. Es necesario elaborar una base de datos diocesana donde se inscriban los fieles, para conocer mejor la realidad.
5. Insistir en la información y formación incrementando la preparación de equipos, que ofrezcan a laicos y laicas de parroquias y pequeñas comunidades, conocimientos básicos de Biblia, teología, liturgia…
6. Con lenguaje actual es necesario atender y acompañar a adolescentes y jóvenes; sin ellos no hay futuro.
7. Los medios de comunicación de la diócesis no deben centrarse tanto en actos de culto y reflexiones piadosas;
deben informar más sobre la tarea social y todo lo que ayuda a construir el Reino de Dios.
8. Porque somos Iglesia ecuménica deben fomentarse encuentros y celebraciones diocesanas y parroquiales con
comunidades evangélicas, judías, musulmanas, budistas…
9. Pobres, inmigrantes, marginados y excluidos deben ser los privilegiados al recibir la dedicación de la comunidad cristiana. La Iglesia mallorquina, sin retener bienes que son del pueblo, debe poner más recursos a su servicio.
Templos cerrados, rectorías vacías, locales no utilizados, joyas, donaciones, herencias… se pondrán en ayuda de personas vulnerables: pobres, inmigrantes, marginados, LGTBI…
10. El patrimonio diocesano debe destinarse a las necesidades de conservación, culto y reunión de fieles.
11. Los cargos dignatarios dentro de la diócesis deben ser suprimidos como prueba de fidelidad al mensaje de sencillez evangélica. Igualmente el obispo no debe residir en un palacio.
12. Es necesario fomentar la desclericalización de esta Iglesia local, tal y como se acordó en el Sínodo Diocesano de 1999 y reiteradamente ha pedido el papa Francisco.
13. Las mujeres deben ser protagonistas con igualdad de condiciones que los hombres.
14. Muchos cristianos dejaron la Institución porque ésta no ha sabido asumir compromisos que salen del Evangelio. Hay que escuchar y atender a la gente alejada y pedirnos por qué tanta gente ha huido.
15. Celebrar la Eucaristía no debe ser la única acción de los fieles practicantes (en torno al 2%-6% de creyentes).
Muchas celebraciones suelen ser rutinarias y obsoletas (ritos y lenguaje corresponden a otro tiempo y cultura); deben conectar Evangelio y vida. La Biblia no puede interpretarse literalmente. La misa debe ser sobre todo "eucaristía" (compartir y dar gracias). Hay que acercar físicamente a los participantes a la celebración (Cuando un grupo es pequeño, mejor celebrar en torno a una mesa). Hay que encajar dentro de la mentalidad actual y, sobre todo, llegar a la juventud. Repitamos, sin jóvenes no hay futuro.
16. Los cristianos de Mallorca debemos conocer la respuesta diocesana final al cuestionario sinodal que se enviará a Roma; representantes de los grupos sinodales deben poder participar en su redacción.
* Cada cristiano es discípulo y misionero.
* Se debe prever la implicación de los laicos, incluso en funciones de gobierno y de responsabilidad.
* Es esencial la presencia y participación de los laicos porque cooperan en el bien de toda la Iglesia y con su vida familiar, su conocimiento de las realidades sociales y su fe pueden descubrir los caminos de Dios en el mundo.
* Los laicos pueden hacer aportaciones válidas, sobre todo para la promoción de la familia y el respeto de los valores de la vida, del Evangelio (levadura de las realidades temporales) y del discernimiento de los signos de los tiempos. (Constitución apostólica Predicate Evangelium, 10 ? 19.03.2022)
Grupo sinodal Gent Cristiana Aporta.
Mallorca, 5 de abril de 2022:
Pere Barceló Barceló, Jaume Barceló Mairata,
Cecili Buele Ramis, Juan Caldentey Barceló, Magdalena Fullana Jaume, José García Mallada, Pedro Mascaró Munar, Domingo Mateu Conti, Miguel Monroig Mestre, Guillem Ramis Moneny, Maties Ribas Gomila, Catalina Salom Perelló, Jaume Sancho Gili, Bernat vicens Vich. (alfabéticamente 14 firmantes)