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Unidas al Colectivo de las Matrias (mujeres adultas mayores, solteras, viudas, madres víctimas de la violencia) en juntanza=unidas con la juventud y muchas otras organizaciones como Mujeres Tejedoras de Caldas, Mujeres que Crean, Estamos Listas, Villa Comunitaria “La Vid”, Convivimos, Funsared, Colectivo “Débora Arango”, diferentes grupos indígenas, afros de las diferentes regiones del país y muchos más que se me pueden escapar, nos unimos al viaje de la fiesta y alegría, anunciando la VIDA y la PAZ entrando en aquel territorio donde “no se mueve una hoja” sin permiso de los grupos armados.

Más de 3.500 mujeres pacifistas irrumpimos exigiendo el respeto a la vida, en el grito profundo de nuestras entrañas: “Las mujeres no parimos hijos e hijas para la guerra”, “Para la Paz todo, para la guerra nada”, “Mujeres feministas por la Paz”.

Nos acompañaron tanto en el avance de la Ruta, como en el acto de manifestación celebrado en el Parque principal de Caucasia, presencia de instituciones como Defensoría del Pueblo, la Guardia Indígena OIA y otras más.

Dejamos que las imágenes hablen por si solas. Agradecemos todo el apoyo a quienes organizaron, con coraje, ética y disciplina desde el Colectivo Ruta Pacifica de las Mujeres, tan transcendental manifestación histórica lograda en nuestro país, tras las conversaciones de más de 6 meses con los diferentes grupos armados, para convenir el acuerdo de hacer de la vía de la Ruta un “corredor humanitario” atravesando por todos los pueblos y caseríos, afectados por la violencia. Gracias, Gracias, Gracias.