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1.Momento actual del mundo
2. Una noticia buena e insólita: ¡Cristo ha resucitado!
3. Construir la Pascua.
Momento actual del mundo. (Benjamín Forcano)
En el año 2013 de nuestra Era,
-Viviendo bajo el horizonte de la globalización neoliberal y la dictadura de los mercados garantizados por la Troika europea, el Fondo Monetario Internacional y los Imperios de uno y otro signo,
-Asombrados ante los avances de la ciencia y de la técnica y preocupados por quienes las controlan para poder explotar y dominar,
-Sintiendo cercana la movida de quienes renuncian a la trascendencia o abonan el descreimiento y la indiferencia,
-Compartiendo la búsqueda de la felicidad, pero servida bajo los encantos irresistibles del consumo y del dios dinero,
-Contemplando el vacío de una cultura que rehuye el pensamiento, la responsabilidad, la solidaridad, la justicia y el amor ,
-Y habiendo sufrido cuantas promesas, engaños, alienaciones y terrores fueron servidos por la religión,
En esta Era y Hora:
Hacemos nuestra proclama cristiana, la misma que hicieron en su tiempo los primeros seguidores de Jesús de Nazaret. Fueron ellos, los que convivieron con él, los que le trataron y escucharon, los que trabajaron, le acompañaron y comieron con él, los que le admiraron sin entenderlo muchas veces, lo vieron discutir y enfrentarse con valentía a la doctrina y programas de los dirigentes religiosos y políticos, ellos los que eligieron a Matías para que supliera a Judas y fuera testigo de la resurrección, ellos, que, encontrándose reunidos y desconcertados por el viento huracanado del Espíritu, vieron como acudían a escucharlos gentes de toda la ciudad y entonces Pedro, puesto de pie, dijo:
?Os hablo de Jesús el Nazareno, el hombre que Dios acreditó ante vosotros, realizando por su medio los milagros, signos y prodigios que conocéis. Os lo entregaron, y vosotros, por mano de paganos, lo matasteis en una cruz. Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte; no era posible que la muerte lo retuviera bajo su dominio?? ( Hch 2, 22-24). ?Dios resucitó a este Jesús , y todos nosotros somos testigos. Entérese bien todo Israel de que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús a quien vosotros crucificastéis ( Hch 2,32,36).
Fueron ellos, Pedro, los que, ante un lisiado curado y la gente amontonándose asombrada, decía: ?El Dios de Abrahán, de Isaac, y de Jacob , el Dios de nuestros padres ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo. Rechazasteis al santo, al justo y pedisteis el indulto de un asesino, matasteis al autor de la vida , pero Dios lo resucitó, nosotros somos testigos?? ( Hch 3, 13-16). ?Jefes y senadores del pueblo: quede bien claro para vosotros y para todo Israel, que este enfermo ha sido curado por obra de Jesús Mesías, el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de la muerte?? ( HCH 4, 10-11).
Hubo un momento en que las autoridades judías ya no toleraron que siguieran anunciando que la resurrección de los muertos se había verificado en Jesús. Los metieron en la cárcel. Al día siguiente, los jefes del pueblo, los senadores y los letrados los hicieron comparecer y Pedro respondió:
?Jefes del pueblo y senadores: Dado que nuestro interrogatorio de hoy versa sobre el favor hecho a un enfermo , para Averiguar por obra de quién está c urado este hombre, quede bien claro para vosotros y parta todo Israel que ha sido por obra de Jesús Mesías, el Nazareno, a quien vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de la muerte. Jesús es la piedra que desechastéis vosotros los constructores y que se ha convertido en pìedra angular. La salvación no está en ningún otro, es decir, que bajo el cielo no tenemos los hombres otro diferente al que al que debamos invocar para salvarnos??. (Hch. 4, 9-12)
Los apóstoles, hombres sin letras ni instrucción, compañeros de Jesús, fueron los que repetían: ?Testigos de esto somos nosotros, y el Espíritu Santo, que Dios da a los que obedecen?? (Hch 5,32).
Fueron ellos ?a los que Jesús se presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo y dejándose ver de ellos durante cuarenta días, les habló del reinado de Dios?? (Hch 1,3).
Ellos, a los que estando un día comiendo con él, les dijo: ?Vais a recibir una fuerza, el Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros para ser testigos míos hasta los confines del mundo?? (Hch 1, 3-8).
¡Hasta los confines del mundo! Confines que abarcan los propios de este nuestro mundo globalizado y neoliberal.
Pues bien, a este nuestro mundo, como Pedro a los israelitas y gentes entonces de otras naciones, nosotros, los cristianos, le anunciamos una noticia, una extraña y buenísima noticia:
2.Una noticia buena e insólita: ¡ Cristo ha resucitado !
(Karl Rhaner)
Nosotros, que sin ser testigos directos, hemos recogido y guardado el testimonio por ellos transmitido, gritamos: ¡Cristo está vivo entre nosotros!
Os anuncio esta buena noticia: Cristo está vivo entre nosotros. Rotas las cadenas de la muerte, Cristo ha salido victorioso del sepulcro. La tierra se ha llenado de luz y huyen las tinieblas que cubrían el orbe entero. Jesús había venido hacia nosotros y había vivido como viven los hombres. Los hombres lo destrozaron con sus propias manos y su vida desembocó en la muerte.
Pero Dios hizo lo imposible: en este día, El resucitó para nosotros, desarmada y muerta quedó la muerte. Y ahora está aquí. Está aquí como el primer día. Está aquí, entre nosotros, igual que el primer día, eternamente aquí todos Jesús es el sentido concreto y final de nuestras vidas. Es el impulso de toda creación, el punto de arranque de toda iniciativa, el ala de toda novedad, la risa sorprendente de la eterna juventud. Si resucitó no fue para marcharse dejando tras de Sí un vacío sin esperanza. Su cuerpo forma, ya para siempre, parte de nuestra tierra. Pascua es la señal externa del fuego interno que recorre las entrañas de la tierra.
En la superficie, sin embargo, todo queda igual: el mal continúa marcando el rostro de las cosas y nosotros, tomando la apariencia por realidad, creemos que el amor está muerto.
¡No! Cristo está presente en el corazón de la historia. Pero esta no será realidad plena sin nuestra propia colaboración. Lo que hoy es anuncio con palabras anunciadlo vosotros con la vida. Yo os anuncio la buena, buenísima noticia, mucho que todas las noticias escritas en la prensa. Los amigos directos de Jesús, los que le vieron sudar por los caminos, los que luego lo vieron preso y triste, los que huyeron al verlo conducido a la muerte, han visto y sentido a su manera, han visto, amigos, ¡que Jesús está vivo! Y que se deja ver por quien tiene los ojos abiertos, el alma esperanzada y el corazón inquieto.
¿Y qué les dice? Les dice: Shalon, la paz amigos, con vosotros. Es decir, la alegría, la salud, la fiesta. La promesa de una vida más bella y más humana. ¡Shalon, la paz!
Pero, en fín, ya sé lo que muchos estáis pensando: Ninguno de nosotros hemos visto a Jesús, el Señor resucitado. No tocamos sus manos, ni metimos las manos en sus heridas, ni jamás se ha aparecido en nuestra casa?? Sin embargo, después de tantos años, creemos su palabra y su promesa: creemos que él ha resucitado y está vivo entre nosotros. El viene a comer con sus hermanos y hermanas tristes: los pobres, los enfermos, los ?ilegales??, las prostitutas, los presos, para que veamos que no es un fantasma, para que apostemos por la vida . Yos invito a celebrar la vida.
Bebamos el vino del hombre nuevo. Acerquemos nuestra copa a la copa del resucitado. ¡Celebremos la vida, celebremos la resurrección!
3.Construir la Pascua
. Cuando me presente para anunciar a Jesucristo encarnado en el hombre y en camino hacia el Padre en libertad, justicia, paz y amor
Construí la paz
. Cuando canté la esperanza a los que sufrían el abandono y la soledad y experimentaban en la carne y en la vida la agresión a su dignidad de personas e hijos de Dios
Construí la paz
. Cuando acogí a alguien con hambre de ser escuchado porque encontraba todas las puertas cerradas
Construí la paz
. Cuando di pan a los que tenían hambre, ropa a los que tenían frio y marqué el camino al que andaba perdido
Construí la paz
. Cuando limpié lágrimas y ayudé a sonreir, cuando desperté la voluntad de de vivir y de caminar
Construí la paz
. Cuando levanté mi voz en contra de los poderosos que explotaban países del Tercer Mundo, no dejando vivir ni crecer con enormes deudas que aumentaban cada día
Construí la paz
. Cuando pasé junto al pobre del cvamino, sucio, ebrio y le gtendí la mano, le sonreí y le hablé
Construí la paz
. Cuando escribí una carta, dando una palabra de aliento y ánimo para que vivieran la vida con ilusión, entonces
Construí la paz
. Cuando me rebelé contra la manipulación y el robo de los indefensos o sin capacidad de protesta y defensa
Construí la paz
. Cuando hice crecer una flor, eché una gota dd agua a una planta con sed, ayudé con mi forma de actuar a que mi casa , que es el mundo, se conservará limpia y fresca
Construí la paz
Es que si creemos en Cristo, nuestra vida es Pascua; y si creemos en la Pascua, construimos pascua.
Ella, la Pascua aconteció. Pero es necesario que siga aconteciendo venciendo las resistencias de nuestro egoísmo, de nuestro individualismo, de nuestra comodidad, de nuestra deshumanización, de las tinieblas que oscurecen nuestra poca fe, como aconteció en la Primera Pascua con la victoria de Jesús sobre el pecado y sobre la muerte.
Es necesario que el mundo crea en la resurrección de Jesús. Es necesario que la Iglesia crea en la Pascua.
Es necesario que yo crea realmente en la Pascua.
Porque si Jesús no resucitó, no tiene sentido nuestra fe.
¡Feliz Pascua de la Resurrección!