El juez ha dado el paso decisivo esta mañana para sentar al arzobispo de Granada en el banquillo. Lejos de archivar el caso, como en principio se esperaba, sigue adelante. Javier Martínez responderá por coacciones, acoso moral, lesiones, injurias y calumnias. Es un caso único en la Historia. La decisión judicial abre la puerta a la acusación para que pueda llevar a juicio al arzobispo de Granada.
El Juzgado de Instrucción 1 de Granada transformó hoy en procedimiento abreviado las diligencias previas abiertas contra el arzobispo de Granada por coacciones, acoso moral, lesiones, injurias y calumnias que le atribuye un sacerdote, al entender que existen indicios de la comisión de esos delitos.
En el auto, el juez da diez días a las partes para que formulen escrito de acusación contra el arzobispo, Javier Martínez, informa a IDEAL DIGITAL fuentes de la acusación, que ejerce el ex archivero de la Catedral de Granada y ex canónigo Javier M.M. El abogado del ex canónigo, Rafael López Guarnido, ha mostrado su ?satisfacción por la decisión judicial??.
Aunque no se trata de un auto de procesamiento, si las partes acusan, como hará probablemente la acusación particular, el proceso podría derivar en la apertura de juicio oral contra el arzobispo, lo que «sentaría precedentes» al tratarse de la primera vez que un prelado es juzgado por un tribunal ordinario, según las fuentes.
La Fiscalía ya solicitó el pasado junio el archivo de las actuaciones contra el arzobispo, que llegó a declarar ante el juez, al estimar que éste no podía ser considerado autor de los delitos por injurias, calumnias, acoso moral y coacción que se le imputan.
No obstante, el titular del Juzgado de Instrucción 1 de Granada , que instruye la querella presentada por el sacerdote, emitió con posterioridad un auto en el que señalaba que no procedía por el momento sobreseer el caso, y admitía la declaración de siete testigos.
El mismo juzgado acuerda ahora seguir adelante con las actuaciones y transformar en procedimiento abreviado las diligencias previas abiertas contra el prelado al entender que existen indicios de la comisión de esos delitos por parte del arzobispo.
Martínez se convirtió en el primer prelado de España denunciado por coacciones, acoso moral, lesiones, injurias y calumnias, después de inhabilitar al clérigo Javier M.M. para ejercer sus funciones sacerdotales, destituirlo como canónigo, retirarlo de su acceso a la Cátedra de la Facultad de Teología y relevarlo de su puesto de archivero en la catedral de Granada .
Precisamente, el arzobispo retiró recientemente de la Facultad de Teología a los seminaristas que, desde 1939, se venían formando en esta institución académica por considerar que la formación impartida por ésta no es la adecuada «en el contexto cultural actual de la Iglesia».