En una entrevista con el Financial Times, Antonio Guterres, alto comisionado de las N.U. para los refugiados, acusó al mundo rico por fallar en responder adecuadamente a las crisis humanitarias en la República Democrática del Congo (RDC), mientras que las multinacionales saquean sistemáticamente las grandes riquezas del país.
Atribuyó este incumplimiento en parte al hecho de que, a diferencia de Irak, Afganistán e incluso Somalia, la miseria en la RDC no representaba ninguna presunta amenaza para los gobiernos occidentales. ”Incluso si nos enfrentamos a una catástrofe humanitaria como en Kivu Norte, donde ha habido un dramático aumento de la violencia, nadie en el mundo exterior se siente amenazado, y por eso la comunidad internacional no está prestando atención a la RDC”.
Más de 400.000 personas han sido desplazadas de sus lugares en los pasados 12 meses por el resurgimiento de la violencia en la provincia oriental de Kivu Norte. Las N.U. tienen el mayor ejército nunca visto de 16.500 cascos azules, lo que es poco comparado con las necesidades.
Una de las cosas más frustrantes es ver un país que ha tenido unas elecciones satisfactorias pero tiene que decir a la gente: no se puede mejorar nada en los meses siguientes, ni siquiera dentro de los próximos años, ni en infraestructuras, ni en agua, ni en salubridad, ni en salud, ni en empleo. Así que la población comienza a preguntarse por el valor de la democracia. “Piensen en la cantidad de recursos que se han sacado de este país. Montones de empresas trabajan en la RDC, sacando fuera sus recursos y en muchas ocasiones, sin el más mínimo respeto por norma alguna. La comunidad internacional ha saqueado sistemáticamente la RDC y no debemos olvidarnos de esto.”