Piden abrir a mujeres espacios en la Iglesia -- Paloma Villanueva

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Aunque las mujeres históricamente han ejercido un papel de servidoras de la Iglesia, se les ha relegado del sacerdocio
Aunque las mujeres históricamente han ejercido un papel de servidoras de la Iglesia, se les ha relegado del sacerdocio en una actitud de discriminación que, de cambiar, podría sacar a la doctrina católica de la crisis en la que se encuentra, opinaron académicos y defensores de derechos humanos.

Alejandro Solalinde, sacerdote católico y defensor de los derechos humanos, se ha pronunciado en reiteradas ocasiones a favor de la incursión de las mujeres en puestos de liderazgo al interior de la jerarquía eclesial.

«Lo que puede sacar a la Iglesia de la crisis son las mujeres. Si dejamos que ellas integren el don de ser mujeres al sacerdocio sería una bendición para todos», asegura en entrevista.

Solalinde recalca que la exclusión de las mujeres no puede justificarse con argumentos válidos.

«La mujer es sacramento de Dios y ha sido un error gravísimo de la Iglesia católica el haber incurrido en una cultura machista», agrega.

María Consuelo Mejía, directora de la asociación civil Católicas por el Derecho a Decidir, reclama que a las mujeres ni siquiera se les permita ser acólitas en la Iglesia católica.

Se nos ha asignado un papel de servicio, de acompañantes, de acólitas y ni siquiera podemos ser acólitas en el estricto sentido; eso refleja la concepción que sigue teniendo la jerarquía conservadora con relación a la condición de las mujeres y al papel que podemos ejercer no solamente en la Iglesia sino también en la sociedad», reflexiona.

El hecho de negar el sacerdocio a las mujeres, postura discriminatoria que fue ratificada por los últimos dos Papas, dice María Consuelo, pone a las mujeres en un lugar de subordinación.

La directora de Católicas por el Derecho a Decidir, critica que la Iglesia justifique la exclusión de las mujeres sosteniendo que los apóstoles eran hombres y califica esta postura como misógina.

El que las mujeres se integraran a las labores de gobierno de la Iglesia y a las labores de prédica, considera María Consuelo, significaría un avance hacia una Iglesia más abierta, democrática, respetuosa y horizontal.

Gabriela Juárez Palacios, secretaria ejecutiva del Observatorio Eclesial reflexiona sobre el porcentaje de la feligresía católica conformado por mujeres.

«La Iglesia estaría perdiendo más del 60 o 70 por ciento de participación de las laicas, una Iglesia sin mujeres se quedaría sola, quienes están dentro de la Iglesia son ellas, son quienes participan en la Iglesia», asegura.

Además de exigir la ordenación de mujeres y su participación en la toma de decisiones, dice, hace falta una formación religiosa con perspectiva de género.

Mínima participación

Si bien en la doctrina católica las mujeres están totalmente excluidas del sacerdocio, en otras religiones, aunque se les incluye, la proporción es mínima.

De acuerdo con los registros de la dirección general de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación, en el Distrito Federal se tienen registrados 4 mil 378 ministros de culto de los cuales 284 son mujeres.

En Nuevo León, la dependencia registra a 2 mil 837 ministros de los cuales 281 son mujeres y en Jalisco, de los 2 mil 346 ministros de culto registrados, sólo 101 son mujeres. La mayoría de las ministras de culto pertenecen a Iglesias evangélicas.

/Agencia Reforma