Enviado a la página web de Redes Cristianas
Teniendo en cuenta la proliferación de perros de compañía en nuestro país y que la convivencia de estos con las personas va más allá del ámbito privado, es lógico que haya leyes y normas que rijan dicha convivencia. Pero como las normas en este país parece que sólo se dictan para saltárselas, pues así anda de impune el feo comportamiento de algunos dueños maleducados con sus inocentes mascotas.
Muchas son las veces que me he preguntado, por poner un sólo ejemplo, ¿por qué extraña razón los perros gozan, en la práctica, del privilegio de orinar en cualquier jardín, césped, acera, esquina, soportal, columna o pierna que se descuide, cuando si lo hiciera una persona, sería lógica y consecuentemente multada y condenada públicamente por su incívico comportamiento?
Si para alcanzar la pericia necesaria para conducir un vehículo hay que ir a una autoescuela y aprobar un examen, ¿por qué no se crean ?perroescuelas?? para educar y responsabilizar a los dueños de estos animales en los cuidados, higiene y comportamiento, tanto en el ámbito privado como en el público? Adquirir una mascota no puede ser el resultado de un capricho momentáneo, sino una decisión responsable y consecuente.
. Valladolid