Enviado a la página web de Redes Cristianas
¿Y yo soy ateo? Creo que no soy ateo y por eso afirmo que soy creyente. ¿Qué les importa a los demás lo que yo crea o piense? Me decías hace unos días que envidiabas a aquellas personas que viven afianzados en su Fe. Me discutías y afirmabas que no tenías fe. Hoy me has ayudado para reflexionar sobre una realidad que muchas veces pasamos de puntillas. Respeto tus puntos de vista porque nadie convence a nadie. Y hemos de acercarnos humildemente a todo lo que hay dentro del ser humano; es mucho y casi siempre desconocido. Me impresiona saber que cerca de mil millones de personas se declaran ateos en el mundo.
Al definir la Fe siempre se escaparán contenidos de los límites concretos de los conceptos. Las manifestaciones de fe se visualizan en tantos aspectos como situaciones y circunstancias tiene cada una de nuestras vidas. En este sentido, me cuesta mucho trabajo no ver tu fe en tus comportamientos y en tus actitudes. Amigo mío, perdona que te lo diga, yo creo que tú tienes una Fe más grande que la copa de un pino. Lo demuestran tu inquietud y tus vivencias por derramar mensajes de solidaridad y cooperación en muchos campos.
Se necesitan testigos de carne y hueso, para que la gente se comunique de corazón a corazón. Habrá que cambiar muchas cosas. Pero, los cambios necesarios nunca vendrán desde el poder constituido, sino desde los comprometidos. No obstante, porque nadie está confirmado en la FE, hemos de reflexionar y meditar en aquellos aspectos que nos puedan ayudar a ser cada día más libres en la búsqueda del Infinito que llevamos dentro.
Tener fe es creer cuando resulta más fácil recurrir a la duda. Es la energía que mueve la vida hacia grandes ideales. Tener fe es guiar nuestra vida con el corazón. La razón necesita muchas evidencias para arriesgarse, el corazón necesita sólo un rayo de esperanza. Las cosas más bellas que la vida nos regala sólo se pueden acariciar con el espíritu. La fe siempre saca algo valioso. Hace brillar el tesoro de la generosidad, al dar cuando nosotros mismos necesitemos. Tienes fe cuando te comprometes.
. Tener fe es mirar positivamente hacia adelante. Quien tiene fe hace del hoy un fundamento del mañana y trata de vivirlo de tal manera que cuando sea parte del pasado, pueda verlo como un grato recuerdo. Tener fe es arriesgar todo a cambio de un sueño, de un ideal, de un amor Tener fe es confiar en las personas. Tener fe es buscar en lo imposible. Tener fe es saber que tu sonrisa puede dar luz y esperanza a la vida de alguien. ¡En tu sonrisa abierta y constante se facilita el camino hacia el encuentro!
Tener fe es adentrarse por los caminos de la vida como un niño cuando toma la mano de su padre mirándole a los ojos. Fe es abandonarse en el Misterio y si ya no podemos más, suplicar con humildad su fuerza para seguir amando cada vez más. Tener fe para mí, amigo ateo, agnóstico, es tener la posibilidad de pedirte que me ayudes a vivir tu Fe profunda. Creo sinceramente que en tu vida hay suficiente fe para afrontar las situaciones difíciles y la suficiente humildad para aceptar lo que no puedes cambiar.
Pero, en el AMOR compartido, podremos. ¿Por qué me dices que no tienes FE? Tener fe es ser SOCIAL y al mismo tiempo HUMANO en la búsqueda de lo DIVINO. Gracias por tu testimonio de fe comprometida y sincera.
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