Reclama una sociedad «pluralista y laica»
«Hay una especie de temor reverencial a disgustar a los señores cardenales y obispos», lamenta Gregorio Peces-Barba en un artículo en el que reclama que desaparezcan de las ceremonias institucionales los símbolos religiosos.
Gregorio Peces-Barba, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad Carlos III de Madrid, escribe en las páginas de la revista Tiempo un artículo en el que reclama un paso firme de cara a conseguir la laicidad. El prestigioso jurista se muestra sorprendido de que, pese al reconociemiento en la Constitución de que «ninguna confesión tendrá carácter estatal», 30 años después, todavía permanezcan crucifijos o la Biblia en actos públicos, la organización de funerales de Estado, o la presencia de funcionarios en procesiones y todo tipo de actos religiosos.
«Inexplicable tardanza»
«Resulta chocante escuchar a los portavoces parlamentarios del PSOE afirmar en el Congreso que carece de sentido la presencia de estos símbolos pero que su desaparicón se hará según lo requieran las circunstancias sociales», explica Peces-Barba en relación a la «inexplicable tardanza» de cumplir el mandato constitucional.
Críticas de la jerarquía
Asimismo critica el «temor reverencial» a disgustar a la jerarquía eclesiática, el cual lo ve absurdo, «porque ellos están disgustados por nuestra simpre existencia. Además destaca que, a pesar de las consideraciones y beneficios recibidos, cardenales y obispos «alientan su posición extremadamente crítica con el Gobierno».
Camino hacia la laicidad
Aunque renococe que no hace falta una ley sobre símbolos religiosos, sí reclama que se cumpla la Constitución. «No se puede dar la impresión de que falta voluntad. Es un paso imprescindible, pero sólo es un primer paso para respetar la libertad de las iglesias y de todos los ciudadanos en el marco de una sociedad pluralista y laica».