La ponencia ‘La extensión y los problemas de la libertad de conciencia en un mundo multicultural’, inaugura el seminario que dirige el catedrático
Peces-Barba pone el límite en los casos en que religión y derechos humanos no son compatibles. / DMGregorio Peces-Barba, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad Carlos III de Madrid, dirige durante esta semana en Laredo un curso sobre ‘Los retos de los derechos humanos en el siglo XXI’.
?l mismo fue ayer el encargado de inaugurar el monográfico con una ponencia que versó sobre ‘La extensión y los problemas de la libertad de conciencia en un mundo multicultural’.
El título elegido para el curso y el objetivo que persigue tiene que ver con la existencia del proyecto ‘Consolider’, destinado al estudio de la historia de los derechos humanos, que «por primera vez tiene un grupo de gente vinculada al ámbito jurídico, puesto que hasta ahora esos grandes proyectos eran para matemáticos, para físicos, para químicos, ingenieros, etc.
El contenido del seminario tiene que ver con la existencia de la última fase de nuestra investigación sobre derechos humanos en el siglo XXI, la historia que ya llevamos realizada en nueve tomos y que además compromete otra serie de temas relacionados con los derechos humanos en los que existen grupos de investigadores en España, Francia, Italia y Portugal que configuran este proyecto de ‘Consolider’».
Derechos amenazados
El objetivo principal del curso es escoger algunos de los grandes problemas de los derechos humanos en el siglo XXI para tratarlos. En esta primera ponencia, Peces-Barba planteó la historia de la evolución de la tolerancia y la libertad de conciencia, la serie de pasos que se han llevado a cabo desde la ruptura de la unidad religiosa, la separación entre ética y derecho, la separación entre la iglesia y el Estado y la aparición de la ética pública. «Elementos que han ido configurando el contexto cultural e intelectual para el paso de la tolerancia a la libertad de conciencia», explicó.
Opinó también sobre las sociedades multiculturales actuales y de la libertad de conciencia. «La libertad de conciencia como todos los derechos es una construcción occidental, europea y atlántica, la extensión de esta libertad a otras culturas tiene sus posibilidades y tiene sus límites. Las cotas son aquellas posiciones que están claramente enfrentadas con la cultura de los derechos humanos, mientras que otras dimensiones culturales como pueden ser el pañuelo o la práctica de la religión que no es la católica son posibles. La libertad religiosa ampara a otras religiones en aquellas dimensiones que no son contrarias a los derechos humanos», comentó.
Peces-Barba hizo referencia a la situación de libertad de conciencia que existe en nuestro país. «En España la situación es positiva y no hay ningún elemento de otras religiones que pretendan imponer de una manera muy visible algunas dimensiones que sean contrarias a los derechos humanos. Hay libertad de culto, hay muchas mezquitas».