Enviado a la página web de Redes Cristianas
Los partidos políticos en Honduras sólo han servido para crear privilegiados y caciques ambiciosos. La triste historia del bipartidismo, NACIONAL y LIBERAL, por más de cien años ha sido más que denigrante y aberrante. Lo mismo ha pasado con los partidillos bonsay que no son más que comodines: DEMOCRACIA CRISTIANA, UNIFICACIÓN DEMOCRÁTICA e INNOVACIÓN Y UNIDAD, pero lo mismo está pasando con el PAC y LIBRE como partidos nuevos. Todos están llenos de politiqueros perniciosos que tienen como madre la coima y como compañera la traición.
Un escritor que leo, pero que no conozco personalmente, Gustavo Zelaya, escribió hace poco en El Libertador, un artículo denominado “Indignados sin Ideología”. Comparto su análisis y lamento esa debilidad actual en la sociedad hondureña, jóvenes o mayores, mujeres u hombres. Pero la pregunta obligada es ¿ y a quién corresponde la ideologización política de las masas?. Se supone a los partidos progresistas, movimientos de izquierda, sindicatos, gremios magisteriales, movimientos populares, etc.? Me tiro una soberana carcajada porque a no ser por lo hecho hasta finales de los años 80s nadie se ha preocupado de ello. Tanto el golpe de Estado 2009 como el Movimiento de las Antorchas o de los Indignados nos agarraron con el “calzón en las manos”. Todos, absolutamente todos, tal vez rarísimas excepciones, todas las cúpulas de estas organizaciones se han vuelto acomodadas, traidoras y vendidas, por eso descuidaron la formación ideológica y la organización.
Después del golpe de Estado con el surgimiento del Frente de Resistencia, FNRP, muy ingenuamente se suponía que se haría este trabajo, pero nada, muy poco se hizo y cuando se hizo fue de manera esporádica y sin planificación sistematizada, mucho menos estratégica. Después la coordinación de LIBRE se llenó infantilmente la boca, más a modo de propaganda, vociferando tener 25 mil colectivos organizados, que no era más que paja y pura paja. Lo que les importaba era la curul en el Congreso o cualquier chamba del Estado. Si así hubiera sido este ejército de indignados ideologizados por el FNRP– porque la cúpula de LIBRE no cree en eso ya que la mayor parte son liberales (colorados) –, engrosarían en primera fila el MOVIMIENTO DE INDIGNADOS o de LAS ANTORCHAS, y no es así.
Pero lo que también debería apuntar el brillante escritor Zelaya es que sí ha habido ideologización, pero de parte del poder oligárquico, neoliberal e imperial, representado por los tarifados medios de comunicación, el militarismo ultramontano, las iglesias retrógradas, la oligarquía voraz y los politiqueros lame traseros.
En los últimos 20 años en América Latina y el Mundo casi todos los partidos políticos conservadores y los llamados progresistas como estructuras parasitarias han desapareciendo, dando origen a movimientos políticos de vida efímera, lo que se entiende y acepta ya que mantener partidos políticos por sécula seculórum es como que el pueblo mantenga la hacienda a un cacique o el vicio a un drogadicto, resulta demasiado caro y sólo favorece argollas y banalidades, sino veamos lo que ocurrió con los partidos conservadores, Nacional, Liberal y los bonsay en Honduras.
He aquí algunos hechos concretos sobre el desaparecimiento de los partidos políticos tradicionales en algunos países de América Latina: En Venezuela, en 1993, desaparecen como fuerza política Acción Democrática, AD y el Socialcristiano COPEI, que ahora representa menos del 10% de los votos. En Perú prácticamente han desaparecido las fuerzas conservadoras de los partidos Aprista Peruano, PAP y Acción Popular, PAP, dando lugar a varios movimientos o coaliciones políticas que han gobernado las últimas décadas. En El Salvador y Colombia los partidos Conservador y Liberal desaparecieron el siglo pasado y dieron lugar a nuevas corrientes o movimientos y, hasta Costa Rica, que ha sido una de las naciones “abanderadas” de la democracia donde el bipartidismo no tuvo arraigo, el liberalismo dominó por casi un siglo, pero ahora movimientos renovadores están ganando espacios, aunque no necesariamente sean la solución para las enormes exigencias y reclamos de los pueblos.
Nadie dudará, entonces, que en las elecciones del 2017 habrá muchas sorpresas. ¡Tómelo por seguro!
23 de julio 2015.