Paraguay : Lugo enfrenta primera marcha opositora -- Federico Tatter

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Adital

A nueve meses de asumir la titularidad del Poder Ejecutivo con gran popularidad, con una de las mejores imágenes públicas presidenciales del continente, con un parlamento crecientemente opositor, Fernando Lugo enfrenta en el día de la fecha la primera marcha abiertamente antigubernamental y de carácter nacional.

Si bien existieron y existen presiones aisladas fundamentalmente centradas en gremios públicos y organizaciones muy relacionadas al relacionamiento clientelista de la pasada era colorada, aunque especialmente en su ultima fase o expresión política en el poder, conocida como nicanorismo, esta marcha es encabezada por sectores con experiencia en presión y movilización abierta, violentas inclusive.

El primero es un sector del gremio docente de alcance nacional, conducida por una gremialista que busca instalarse como futura candidata al parlamento por el partido colorado, y el segundo sector está constituido por un conglomerado muy inorgánico de dirigentes de sin techos que acaban de perder grandes privilegios en el lucrativo «negocio» de la compraventa de tierras al y desde el estado, que fueron previamente cooptados por el partido colorado para reorganizar sus bases en las periferias de los grandes centros urbanos con preponderancia del departamento central, aunque con cierta influencia en otros centros urbanos del interior.

Claramente, no pudieron haber coincidido tan disímiles propuestas y estilos de organización y presión, si no hubiera existido previamente el asesoramiento, el apoyo logístico, de los más importantes caudillos colorados cercanos a la corriente dominante del partido colorado que acaba de perder importantes espacios de control de los fondos públicos, como es el nicanorismo y sus inmediatos aliados en el ejercicio del poder hasta el 14 de agosto de 2008.

EL OSCURO DESEO DE LOS BRUJOS

El partido colorado es una gran comunidad de grupos e intereses, muchos de ellos mafiosos y de larga data, que se mantuvo relativamente agrupado alrededor del manejo discrecional de la cosa pública con un nivel de arbitrariedad muy elevado. La pérdida de uno de los espacios institucionales como es el poder ejecutivo, produce inmediatamente la dispersión y el sálvese quien pueda.

Y quienes mejor pueden salvarse son los más viejos caudillos que ya se habían consolidado en bienes y poder real desde los comienzos mismos de la transición y aún antes, allá por los gobiernos de Rodríguez y Wasmosy. No así los liderazgos más recientes que, engendrados por los primeros, surgen y comienzan a adinerarse a la vez que contraen compromisos de responsabilidad paternal sobre sus votantes cativos alrededor del nicanorismo, en el transcurso del gobierno de Macchi y viven el duro tránsito que va del esplendor a la caída abrupta con el propio Nicanor, mariscal absoluto de la derrota de este anquilosado y conservador partido del siglo XIX en pleno siglo XXI.

Y son éstos últimos, en pleno duelo por la pérdida de sus privilegios, quienes se encuentran embarcados en apoyar y buscar darle el carácter realmente político a las diversas expresiones más organizadas del descontento de las bases del partido ante la falta de «asistencia» como la que gozaban cuando sus caudillos estaban en el poder y manejaban los grifos de los dineros públicos a discreción.

Los primeros, más experimentados, esperarán próximos momentos de mayor desgaste del actual mandatario, en caso que ello ocurra, sean por fallas propias o ajenas. Estos, menos visibles, por algunos llamados los «brujos», serían los principales y ocultos beneficiados de que el escenario empeore lenta pero sostenidamente, a la vez que ven a su adversario externo perder imagen y espacio, cansan a su adversario interno en el trabajo sucio y de laborioso desgaste.

Este escenario, sólo podrá ser enfrentado desde el gobierno y desde las fuerzas progresistas que no desean el retorno de los brujos, a través de un diario esfuerzo de ampliación de los consensos abiertos a la sociedad, sus identidades y matices, a la vez que un mayor esfuerzo en la ejecutividad y pericia de la acción gubernativa de la cara a los compromisos electoralmente asumidos y no otros.

*Federico Tatter es Miembro de la Agrupación de Familiares de Detenidos-desaparecidos y Asesinados por Razones Políticas del Paraguay, FADDAPY