Evangelizadora de los apóstoles
Es casi imposible mirar una puerta cerrada, que no llame la atención y que se haga centro de curiosidad, para quienes se encuentran con ella. La puerta bien puede ser la del sótano, o la de la buhardilla, estas puertas despiertan gran intereses tanto para chicos como a grandes.
Detrás de cualquiera de esta puerta, depende de donde la estemos mirando, si estoy fuera de la puerta, no vemos lo que sucede dentro, y si estamos dentro, no podemos ver lo que sucede afuera.
Cuando esa “puerta” se abra, uff, cómo nos encontraremos de sorpresas! El símbolo de la puerta es genial! Está llena de historias, cuentos y leyendas, ahí no solamente hay cosas “viejas”, ahí también se “tejen” historias nuevas!
No hay puerta que no sea abierta, en algún momento dado. Alguien la tiene que abrir, no importan quien lo haga, puede ser un adulto mayor, una mujer, un varón, un joven, o un niño. Lo puede hacer de día o de noche, en cualquier época o estación del año, y lo que a todos/as preocupa, es que si es con permiso o sin permiso…
Es interesante pensar en la puerta, como la puerta de las ciudades. El día que se abra, será la puerta de la Justicia (I Reyes 7:7) delante de toda la Comunidad! Que estará atenta y ansiosa de conocer el acontecimiento que ahí sucederá, igual como sucedió en el caso de Rut 4:1-12, que se rompieron los esquemas de la sociedad patriarcal racista, de ese entonces, por sugerencia de Noemí, apoyada por Rut y por Booz!
Recojo las palabras del Papa Francisco: “una iglesia sin mujeres es como el Colegio Apostólico sin María”.
En todo lo que ha dicho Francisco, hay mucha tela para cortar, nosotras como mujeres, encantadas estamos listas; con el hilo y la aguja para bordar, dialogar y compartir con nuestros hermanos varones, la teología de la Iglesia sobre el sacerdocio femenino, a fin de complementar esa parte que Francisco reconoce con mucha humildad: “no hemos hecho una profunda teología de las mujeres”.
«Pedro, a ti daré las llaves…
“Pedro, a ti daré las llaves…
“A ti Pedro daré las llaves del Reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará en el cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo”. Mateo 16:19.
¿Buscabas las llaves para abrir la puerta? Ya sabes quién las tiene. Las tiene Pedro=Francisco, obispo de Roma.
Estamos abiertas al dialogo, en la puerta de la ciudad, en la puerta de la Justicia. Rut 4:1-12.