Panikkar, pensador único e irrepetible -- José Manuel Vidal

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Religión Digital

Fue, sin duda, uno de los pensadores más lúcidos de nuetros tiempo. Raimon Panikkar marcó una forma de hacer teología y de ser teólogo. Tuve la suerte de coincidir con él y de entrevistarle en varias ocasiones y siempre salía del encuentro con una esperanza rediviva y redimensionada. Era como un santón hindú pero en teólogo católico. Un enamorado del diálogo interreligioso y un hombre con un recorrido vital excepcional.

Supo transitar desde la sensibilidad más conservadora del Opus Dei hacia otras más ecuménicas y fronterizas. Sin grandes alharacas. Sin hacer demasiado ruido. Deslizándose suavamente, con su eterna sonrisa y su gafas a lo Ghandi.
La última vez que le vi fue en Montserrat en un encuentro interreligioso internacional. Parecía tan monje como los monjes sin ser monje. Y era el centro del simposio. Todo el mundo estaba pendiente de lo que él decía. Era una auténtica autoridad. Y una persona auténtica. Con una obra centrada en el diálogo interreligioso e intercultural, avalado por más de 50 libros.

Solía decir: «La religión no es un experimento, sino una experiencia de vida, a través de la cual se forma parte de la aventura cósmica». O «la gran epidemia moderna es la banalidad».

Durante 30 años tuvo un contacto intenso con la India, que visitó por primera vez en 1954. «Me marché cristiano, me descubrí hindú y regreso budista, sin haber dejado de ser cristiano», solía repetir, para explicar su ser creyente.

«¿Dónde encuentra Vd. su identidad?», le preguntaron en una ocasión. Y el respondió: «Perdiéndola, no buscándola: no queriéndome aferrar a una identidad que aún no está realizada y que no se puede encontrar desde luego en el pasado, porque entonces sería una copia de algo viejo. La vida es riesgo; la aventura es novedad radical; la creación se produce todos los días, algo absolutamente nuevo e imprevisible».

Descanse en paz este gran pensador y gran persona que ha abierto el camino del diálogo interreligioso «dialogal» y auténtico.