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1. Globalización neoliberal y desmantelamiento del Estado del Bienestar
2. Río + 20 nos ha desfraudado
3. Estuve deshauciado y no me acogistéis
4. Cartel de Pelíclua el 15 M
Globalizacion neoliberal y desmantelamiento del Estado del Bienestar
Benjamín Forcano
Actualidad del tema
Hace ya como unos cuarenta años que se inició el giro hacia una desinstitucionalización de los derechos sociales, vinculados al Estado del Bienestar que la sociedad había venido fraguando fatigosamnte desde finales del siglo XIX. La conquista de esos derechos no es algo que haya caido del cielo, sino que ha supuesto una lucha para superar todas aquellas situaciones de alienación y opresión que humillaban, esclavizaban , marginaban o discriminaban al ser humano. Había una conciencia, más que una formulación jurídica, que afirmaba la igual dignidad de todo ser humano y esa conciencia llevaba a protestar por indignas situaciones concretas. Eran situaciones contra la dignidad humana.
En Occidente, el tema de los derechos humanos no tiene sentido si lo desvinculamos de la dignidad de la persona humana. Ella es como el núcleo y referente básico en todo el despliegue de los derechos humanos. Hay como una indivisibilidad entre una y otros.
Lo preocupante del tiempo que vivimos, años 1970 al presente, es que, quizás sin advertirlo o sin quererlo admitir realmente, estamos asistiendo a una lucha descarada por parte del neoliberalismo moderno para derrotar esos derechos y descontruir las políticas del Estado del Bienestar. Hubo un tiempo en que las desigualdades y los desequilibrios sociales eran admitidos por el mismo neoliberalismo como un mal y consideraba ético aplicar compensaciones contra esas desigualdades, que hicieran menos dolorosa la vida de los más pobres y desfavorecidos.
Hoy no. Hinkelammert dice que hemos pasado del liberalismo ?utópico?? al liberalismo cínico. Dicho llanamente: la globalización neoliberal ha emprendido directamente, como objetivo prioritario, la deconstrucción y reformulación de la idea de la dignidad humana. Esto significa que determinadas élites económicas, culturales y políticas, para allanar el camino hacia una acumulación ilimitada del capital, han pasado a hacer una guerra contra todo lo que sea límites jurídicos y políticos del Estado del Bienestar.
Este capitalismo cínico no tolera que todos hayamos de asumir cargas sociales para lo protección de los débiles, los perdedores y los extraños a la comunidad, para lo cual se propone eliminar los consensos anteriores sobre la dignidad humana y derechos sociales y eliminar la misión del Estado del Bienestar, a quien ve como amenaza para el futuro de las sociedades libres capitalistas.
Todo esto presupone redifinir jurídicamente qué es lo humano.
Pues bien, el capitalismo cínico afirma ser él el único sistema válido y posible, con fallos estructurales muy graves ciertamente, pero que son límites de la realidad misma, por lo que no cabe más que aceptalos, ya que no hay otras alternativas.
Este capitalismo anuncia sin rebozo la verdad del sistema, no hace falsas promesas, anuncia que lo que ocurre es intrínseco al propio sistema. Las desigualdades, las injusticias, la cantidad de gente sobrante con problemas y carencias irremediables, son cosas consustanciales al mismo sistema, que no se pueden compensar con sistemas de protección social. Todo es consecuencia del valor guía del modelo neoliberal: la competitividad.
Como muy bien escribe el profesor Juan Antonio Senent, ?En las última décadas, se han sustituido las referencias al interés general y las promesas de una sociedad para todos, por el anuncio y celebración de un modelo de sociedad en el cual el valor guía es la competitividad?? El hecho de que se produzca desempleo, pobreza y exclusión para los perdedores, prueba que el sistema funciona correctamente; pues tendrá como correlato el éxito profesional, la opulencia y el poder de los que se alzan triunfantes sobre el fracaso de los otros??No todos los seres humanos son dignos o valiosos, sino que esto se mide por su propio éxito, o ?mérito??, y por tanto no todos serían merecedores de igual respeto y consideración…
En consecuencia, por más que ideólogos neoliberales reafirmen como sacrosanta la institución de la democracia liberal y el respeto de los derechos humanos, en los países occidentales la globalización neoliberal ha instaurado el ?mercado libre?? , como usurpador tanto de la soberanía política de las sociedades democráticamentre constituídas como de la garantía de los derechos humanos?? ( La Dignidad humana, el horizonte utópico de los sistema jurídicos inclusivoss, Exodo, Nº 114, 2012).
La ?libertad de mercado?? es la regla suprema, que la detentan e interpretan a su arbitrio los empresarios. Ellos, en caso de conflicto, determinan qué derechos humanos deben ser sacrificados.
El ?mercadocentrismo?? aparece, pues, en la modernidad neoliberal, en opinion de Hinkelammert, como institución suprema frente a la cual los seres humanos aparecen como piezas subalternas de la misma. El derecho a operar en el mercado es el que se sobrepone a todos los demás derechos, sean civiles, sociales o políticos. Sopreposición e imposición gradual, pero inapelable, de un ?imperialismo económico?? que no espera de los ciudadanos más respuesta que la de un sometimiento ciego.
La justicia, en este enfoque neoliberal, coincide con el cumplimiento de la legalidad, que viene dictada por la sociedad de mercado, en ella son objeto de obediencia las leyes del mercado, el derecho de propiedad y la libertad contractual, no hay ?otras reglas morales??. ?Lo que se hace en el mercado y se produce desde él, es justo por sí mismo. Por ello no es posible una crítica del mismo en nombre de sus resultados, aunque genere condiciones de muerte para muchos seres humanos y para la propia naturaleza?? (Juan Antonio Senent, Idem).
Recuperación y defensa de la dignidad y derechos universales del ser humano.
Con natural fuerza y legitimidad debemos afirmar que la darvinística ideología neoliberal es extrínseca a la civilizaciñón occidental, en tanto que es consustancial a la misma la idea de una dignidad humana que alcanza por igual a todos los seres humanos.
Todas las corrientes básicas de nuestra cultura avanzan en la misma línea. La cultura grecolatina y la tradición judeo-cristiana supieron de una y otra manera establecer como esencial el dato de la semejanza fundamental de todos los seres humanos: ?homo homini sacra res??, el hombre es cosa sagrada para el hombre??, decía Séneca. Todos, afirma, el judaísmo, sea cual fuere su posición social cial o política, deben ser tratados justa y correctamente atendiendo a sus necesidades.
Todo el Nuevo Testamente es una declaración radical de la igualdad y fraternidad universal, de crítica contra todo intento de poder y dominación, de toda forma de relación que suponga exclusión y discriminación. En el mensaje de Jesús, los primeros serán los últimos y los últimos los primeros. Construir una sociedad desde la primacía de los últimos es una revolución sin precedentes, un devolver la dignidad a todos y cada ser humano y un Manifiesto de incompatibilidad de lo más esencialmente cristiano con la ideología neoliberal: ?No hay judío ni griego: no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos sois uno en Cristo?? (Pablo de Tarso, Gálatas, 3, 28). Y Jesús, ?Todos vosotros sois hermanos??.
Esta sacralidad universal de la dignidad humana no sólo tuvo reconocimiento en la Antigüedad y en la Edad Media en clave ético-religiosa, sino que la modernidad la asume y redifine desde una matriz secular y racional, desvinculada de instancias propiamente transcendentes. La categoría humana es percibida como diferente al resto de los seres por su racionalidad y libertad, las cuales fundamentan su valor y le declaran ?fin en sí mismo??, no simple medio de ninguna acción humana.
Esta visión secular humanista concluye también que el ser humano tiene un valor específico, que está por encima de todo precio, valor ilimitado, en tanto que las cosas se distinguen por tener precio, un precio cuantificable y limitado.
Entendemos pefectamente que la Declaración Universal de los Derechos Humanos proclame: ? Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos?? (Art. 1) y ?Toda persona, como miembros de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y obtener mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de los recursos del Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad?? ( Art. 22).
Si queremos seguir viviendo humanamente, no tenemos más alternativa que combatir la clasista y despiadada ideología neoliberal, hoy globalizada. Ningún ser humano es objeto de explotación y dominación y nada hay que pueda justifiar la guerra como pauta de comportamietno social. El principio de la fraternidad universal se convierte en justicia y solidaridad , y son las que nos llevan a rebelarnos contra todas las formas de humillación y marginación de los seres humanos. El neoliberalismo se ha equivocado, distorsiona la convivencia humana y no puede garantizar un futuro de esperanza y de paz para todos.
?El hombre no es lobo para el hombre sino hermano??.Esa es la utopía verdadera, única válida y con futuro para la humanidad.
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Rio+20 nos ha defraudado
Benjamín Forcano
(El País, lunes 2 de juluio de 2012)
Produce asombro el hecho de que la ONU, en la Rio-20, con todo personal especializado que tiene, haya convocado dicha reunión después de 20 años, para presentar un proyecto de convivencia periclitado. Existen hoy gentes lúcidas en todos los campos del saber que, con rigor y responsabildiad, vienen denunciando la barbarie a que el proyecto vigente nos ha llevado: guerras de dominio de unos pueblos sobre otros y guerra implcable contra el Planeta Tierra. La visión imperialista de ciertas naciones y la economicista neoliberal de las mismas no parecen aprender nada de la experiencia desastrosa del pasado.
Detrás de todo comportamiento ?individual o colectivo- hay una visión de la realidad, y si esa visión no se cambia no se cambia el comportamiento.
La ideología liberal, siempre y con singular magnitud tecnológica en los tiempos modernos, nos coloca frente al semejante ?persona, pueblo, región, continente- como enemigo con el que hay que competir y al que hay que someter. La igualdad y la fraternidad quedan despreciadas: ?homo homini lupus??. El planeta Tierra es visto como un inmenso botín, extraño al hombre y por debajo de él, que hay que conquistar y del que hay que apropiarse con el mínimo esfuerzo y el máximo beneficio.
La Tierra no es vista como la gran Madre de todo lo viviente, sin la cual nadie puede vivir y en la que todos estamos relacionados y somos interdependientes, que tiene recursos limitados y a la que debemso respetar y cuidar como nuestra Casa.
Esta visión cosmológica mercantilista y de conquista de personas , de pueblos y de la Tierra, es la que ha creado la situación actual donde un 20 % de la población mundial controla y consume el 80 % dde todos los recursos naturales. Y, por mantener esa desigualdad, esa minoría dominante mantendrá una economía y politica devastadoras, sin esperanza ni puertas para el futuro. La Rio+20 defraudó, como era de esperar, pero existe la visión de una fraternidad universal y de una hermandad estrecha de la Humanidad con el planeta Tierra que fundamentan y exigen un nuevo comportamiento.
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«ESTUVE DESHAUCIADO Y NO ME ACOGISTEIS»
Foro CURAS MADRID
El pasado viernes 29 de Junio integrantes de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Madrid, con algunos amigos que quisieron acompañarles, se encerraron en la catedral de la Almudena de Madrid, como una acción más de las que están realizando para visibilizar ante la opinión pública la situación sangrante de tantas familias que están siendo desahuciadas de sus hogares familiares. Participamos en esta acción tres curas del Foro Curas de Madrid.
En su manifiesto decían: ?Cuando todos los poderes de este país están enfocados en rescatar a bancos y cajas que disfrutaron de la burbuja inmobiliaria, que condujeron a la gran estafa hipotecaria, arruinando a familias trabajadoras que necesitaban un bien de primera necesidad, como la vivienda.
Ahora que los desahucios incrementan aceleradamente la cantidad de familias marginadas y arrojadas a la exclusión social, incumpliendo lo estipulado en los tratados internacionales sobre derechos humanos y garantizando el poder de los banqueros sobre los derechos de las personas, levantamos nuestra voz para exigir:
1. Reconocimiento legal de la Dación en pago para quedar libre de toda deuda con la entrega del piso.
2. Paralización de los desahucios
3. Alquiler social
4. Investigación y sanción a los culpables de la estafa hipotecaria»
Los responsables de la catedral, sin embargo, consideraron que no era tolerables que una tal acción se hiciera dese un lugar sagrado, que se estaba instrumentalizando para fines que no son propios de un templo. «El templo, decían, es un lugar de oración. Por lo que desde hace algunos años ya hemos decidido no permitir manifestaciones de este tipo en su interior. Son normas que hemos de cumplir con todos los grupos. No podemos permitírselo a unos sí y a otros no. Por lo que si no abandonan el templo espontáneamente, nos veremos obligados a llamar a la policía para que lo haga por la fuerza».
Los encerrados intentaron explicarles el motivo de la acción, precisamente en el templo de la Almudena. Pero ellos insistieron en que la Iglesia ya ayuda todo lo que puede a través de los servicios de Caritas en todas las parroquias y que no podían permitir una actuación de este tipo. Por lo que finalmente llamaron a la policía que desalojó el lugar.
Ante tal situación, el Foro Curas de Madrid manifestamos:
La acción de la Iglesia, con ser importante, no ha de limitarse a la ayuda de Caritas. Hay una tarea de denuncia de situaciones y estructuras de pecado con su correspondiente propuesta de actuación moral de contenido socio-económico que también es propia de la acción eclesial. Y que en nuestra opinión, la Iglesia de Madrid hasta el momento no ha tenido suficientemente en cuenta, al menos en lo que se refiere a esta problemática de los desahucios.
El templo cristiano es lugar de oración, por supuesto, pero no sólo. Una de las plegarias del ritual de consagración de templos pide » que este templo sea lugar de misericordia para los pobres y de libertad para los oprimidos». Y en la mejor tradición eclesial los templos han sido refugio para los que se sentían socialmente excluidos y perseguidos.
Orar es la primera práctica del creyente, evidentemente. Pero la oración cristiana es una oración desde la vida y para la vida, asumiendo todo el espesor de la realidad personal y colectiva, estructural. Alimentada por «los gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los hombres de cada tiempo» (G.S.1) No ha sido nunca una evasión de la dura y compleja realidad.
Las normas de funcionamiento son necesarias en cualquier institución. Pero ate determinadas situaciones humanas y familiares, hay que ser capaz de reinterpretar y superar la letra de las leyes. Es un mensaje central del Nuevo Testamento
Por lo que consideramos un lamentable error la actuación de los responsables de la catedral de Madrid, echando mano de la fuerza policial para expulsar a un grupo de familias, que ya son expulsados y desahuciados de demasiados lugares, no sólo de sus propios hogares.
Si unas estructuras económicas y políticas despiadadas están produciendo estos efectos perversos, no podemos también desde la Iglesia convertirnos en un factor más de exclusión. El día de la verdad se nos podrá reprochar: «Estuve desahuciado y no me acogisteis»
FORO ?CURAS DE MADRID??
Comisión Permanente
Julio – 2012