Enviado a la página web de Redes Cristianas
A Mario Adín Cruz Zaldívar lo conocimos en las postrimerías de los años setenta, a dos meses de haber llegado del Perú donde vivimos cerca de ocho años, precisamente en los actos de sus votos religiosos como miembro de la Congregación Pasionista realizados en Trinidad, Santa Bárbara. Tenía 20 años, nosotros 30.
El presbiterado lo alcanzó el año 1987 y los primeros años de pastoreo los vivió sirviendo en la Vicaría de Santa Bárbara.
Siempre fue una persona alegre, llena de jovialidad, fe y esperanza; miraba la vida con optimismo; muchas personas lo recuerdan en Pinalejo por sus dotes de buen jugador de fútbol y su destreza con la guitarra. Era franco y directo para decir las cosas.
Después de casi tres décadas en El Salvador, posiblemente motivado por la lejanía y la ancianidad de su madre, doña Cleotilde Zaldívar, decide regresar a Honduras el año 2014.
La última vez que nos vimos fue el 18 de octubre del 2018 en las honras fúnebres del padre Pedro Lorente llevadas a cabo en la ciudad de Santa Bárbara. Desbordaba entusiasmo y alegría cuando nos abrazamos.
Pero quizás ni Mario Adín, ni su madre, jamás imaginaron que no iban a verse en los últimos días de sus vidas, ya que ella murió precisamente en la semana que él estaba en la peor crisis del Covid 19. Mario Adín murió en San Pedro Sula el 25 de agosto de una severa neumonía.
SU EJEMPLAR APOSTOLADO
Fue párroco en varios municipios de los departamentos de Santa Bárbara y Atlántida en Honduras y sirvió por 29 años a la feligresía de El Salvador.
Mario siempre fue un obsesionado por la niñez y la juventud, le dolía en lo más profundo el desaire y abandono hacia la juventud de parte de la sociedad mayor, de los políticos y los gobiernos de Centroamérica. En El Salvador fundó varias escuelas y sirvió 15 años como director de un centro educativo de 1500 jóvenes.
Mario Adín siempre enalteció y defendió la vida por sobre todo. Predicó y practicó la justicia, la verdad, la confraternidad entre las personas y entre los pueblos; nunca se congració, ni alió con ninguna forma de poder, ni religioso, ni político, ni económico que fuera contra los intereses de los empobrecidos y el pueblo de Dios. Fue fiel a su apostolado y por eso se incrustó dentro del pueblo salvadoreño para seguir los pasos de su ejemplar pastor monseñor ?scar Arnulfo Romero y Galdámez.
LA VOZ QUE CLAMA EN EL DESIERTO
?Una voz clama: Abran el camino a Yavé en el desierto; en la estepa tracen una senda para Dios; que todas las quebradas sean rellenadas y todos los cerros y lomas sean rebajados; que se aplanen las cuestas y queden las colinas como un llano?? Isaías 40,3
En una de sus últimas homilías durante la pandemia del COVID 19 que nos azota, en su parroquia Santa Rosa de Lima en La Masica, Atlántida, dijo estas lapidarias frases en contra del gobierno de Honduras que también surgen de las millones de gargantas del pueblo hondureño:
???Imagínense con todos los millones que han llegado para esa pandemia, yo les aseguro, les aseguro, que no tendríamos por qué ver que la gente se esté muriendo. Pero como no hay ni el medicamento, ni las condiciones en nuestros hospitales, pero ¿por qué no hay?, ¿por qué no hay pisto (dinero)?, ¡si había pisto!, pero se lo robaron, esa es la cuestión, unos pícaros que tendrán que dar cuentas ante los ojos de Dios esos MALDITOS, pues son MALDITOS que han robado y están jugando con la vida no sólo de médicos, enfermeras, de policías, de mucha gente, de nuestra gente. ¿Sí o no?…??
EL GOBIERNO DE JOH RESPONSABLE DE SU MUERTE
Igual como pasó con la vida del insigne periodista David Romero Ellner, la vida del padre Mario Adín Cruz Zaldívar estorbaba al narco-estado político, empresarial, religioso y mediático, responsables de sus muertes por el saqueo de los dineros destinados a salud y al bienestar de las y los hondureños.
Y seguimos preguntando al narco-gobierno y a Juan Orlando Hernández, JOH: ¿Dónde está el dinero del IHSS, de INVEST-H y otros robos? ¿Dónde están los 5 hermanos garífunas secuestrados? ¿Dónde están los más de 100 desaparecidos por el bipartidismo militar de los años 80s?
Descansa en la Paz del Señor querido amigo, pronto te seguiremos en el viaje sin retorno.
Pinalejo, Santa Bárbara, 28 de agosto de 2020.