Cuenta mi compañero blogger Xavier Pikaza en el blog de 21RS, que el Jesuita Juan Antonio Martínez Camino (secretario además de la Conferencia Episcopal Española), ha enviado una carta a los teólogos y facultades de teología de España para que se solidaricen con la amonestación a Jon Sobrino.
El caso que quieren que les diga, me parece lamentable. Da como una extraña impresión que el propio Martínez Camino se estuviese regocijando con la condena a un compañero de su orden religiosa y compatriota suyo.
Por el momento no he visto lanzarse los teólogos en masa a condenar a Jon Sobrino, más bien se observa que le envían cartas de apoyo y respeto.
Ya lo dije una vez y lo seguiré diciendo, no es la primera vez que Martínez Camino se regocija con condenas a compañeros suyos de la Compañía de Jesús. Algunos de sus examigos en la compañía, tienen la sospecha que este los denunció para obtener favores de los superiores y autopromocionarse. Visto que como Jesuita no conseguía nada, se vendió al Cardenal Arzobispo de Madrid en su lucha contra la Pontificia Universidad de Comillas, y buen resultado le dio saliendo después como secretario de la Conferencia Episcopal.
Los que le conocen le tienen por chulo y arrogante, yo le tengo en cambio como un hombre corrompido por sus ambiciones y sus ansias de poder. Espero que aquel falso desliz sobre el condón no le permita llegar a obispo, aunque sea partidario de los condones y aunque pudiera tener alguna idea progresista no le quiero de obispo.
Me da igual si un obispo es conservador o progresista, lo que me importa es que sea buena persona y sea conciliador. Me temo que en esto Camino está muy lejos, y si le hacen obispo luego querrá ser arzobispo y después cardenal, y Papa ya sabemos que nunca podrá, pues eso no se regala.